Ubicado a 25 minutos de Barranquilla, en la zona de Pradomar, Puerto Colombia, Mediterráneo ofrece mucho más que una experiencia gastronómica: es un refugio que combina una cocina mediterránea auténtica con una vista impresionante al mar Caribe, desde la cima de un acantilado.
“Este espacio nació porque mi esposa decidió no vivir más en nuestra casa, y yo vi una oportunidad para ofrecer lo que más me gusta: la gastronomía, unida a esta increíble vista”, cuenta Pedro Salzedo, propietario de este emblemático lugar.
El restaurante, que abrió sus puertas hace ocho años, no solo ofrece una carta variada inspirada en los sabores mediterráneos, sino también un escenario ideal para eventos especiales, bodas, cumpleaños y celebraciones más íntimas, como propuestas de matrimonio.
La carta de Mediterráneo se ha mantenido fiel a sus raíces, con algunas adiciones, como las pizzas en las noches. “Desde sus inicios hemos mantenido los platos que nos han caracterizado, pero hemos sumado opciones como la pizza para diversificar el menú en las noches”, explica Salzedo. Entre las delicias más destacadas están la paella de mariscos, el pulpo a la gallega, el tajín especial, el pepper steak y la cazuela de mariscos marroquí. Además, se ofrece una gran variedad de platos italianos, como las pastas, y una opción de desayuno tipo brunch los domingos y días festivos.
Uno de los platos más llamativos de la casa es el arroz de chipi chipi, un plato tradicional de la región Caribe que evoca la época de las abuelas en las cocinas costeras. Pedro Salzedo destaca el valor de mantener recetas tradicionales en el menú, que, en su opinión, han ido perdiendo protagonismo con el tiempo.
Para relajarse y disfrutar de la vista
“Nuestro concepto es ofrecer un espacio para relajarse, disfrutar de una comida de calidad y, por supuesto, admirar la vista al mar”, explica Salzedo. Mediterráneo no es un restaurante para la fiesta, sino para aquellas personas que buscan un ambiente tranquilo, rodeado de belleza natural. La música suave y ligera acompaña el disfrute de los comensales, quienes se sienten como si estuvieran suspendidos sobre el mar, gracias a su ubicación privilegiada.
El único cambio que ha tenido el restaurante ha sido la instalación de carpas para evitar el fuerte sol. Para su propietario, es importante no perder la esencia de la arquitectura original de la casa, que mantiene su encanto con detalles auténticos y acabados cuidados.
Un equipo comprometido
Breiner Castro, el chef de Mediterráneo, lleva siete años trabajando en el restaurante y con su amplia experiencia ha sido pieza clave en la creación de la carta y en la mejora continua de los procesos culinarios. Castro, quien tiene más de 16 años de trayectoria en la cocina, resalta el compromiso del equipo de 10 personas que forman parte de la familia Mediterráneo.
“Cada uno de nosotros se dedica a ofrecer una experiencia completa, no solo en la cocina, sino también en la atención al cliente”, asegura el chef.
Una de las características diferenciadoras de Mediterráneo es la cocina a la parrilla y al carbón, que aporta un sabor único a los pescados y mariscos. “Esto hace que los platos tengan una sazón especial que los distingue de otros lugares”, comenta el chef.
Una experiencia imperdible
El equipo de Sensazón de EL HERALDO tuvo la oportunidad de disfrutar de un exquisito menú de degustación que comenzó con un pulpo a la gallega, sellado en aceite de oliva con paprika dulce y ahumada, acompañado de papas crujientes. Continuamos con una serie de platos fuertes, entre los cuales destacó la mojarra, servida de una manera muy original, con el pescado “parado” en el plato, como si estuviera nadando, acompañado de ensalada de aguacate y patacones.
Otro de los platos que deleitaron nuestro paladar fue el filete de robalo, cocinado a la parrilla, bañado en un delicioso chimichurri, y acompañado de arroz de coco blanco o puré de papa y patacones. El gran cierre de la degustación fue la famosa paella de mariscos, un verdadero festín de sabores con arroz, azafrán, camarones, calamares, pulpo, mejillones y una mezcla de ingredientes frescos que hicieron honor a la reputación del restaurante.
Con un ambiente relajante, vistas espectaculares y una cocina de alta calidad, Mediterráneo se ha consolidado como un destino ideal tanto para aquellos que buscan una comida exquisita como para quienes desean celebrar momentos especiales. “Venir a Mediterráneo no es solo para comer, es para disfrutar de todo un concepto: la comida, la vista, el sonido del mar y el ambiente”, concluye Salzedo.
Este restaurante, que ha sabido mantener su esencia mediterránea mientras incorpora lo mejor de la cocina local, sigue cautivando a comensales que buscan algo más que solo un buen plato. Aquí, cada comida es una experiencia completa, donde el sabor se fusiona con la belleza del entorno y el profesionalismo de un equipo dedicado a ofrecer lo mejor.