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En un sencillo cuaderno de 100 hojas rayado, Clorys Machacón Cantillo tiene escritos apartes de la memoria histórica de su tierra, Carreto, uno de los dos corregimientos pertenecientes al municipio de Candelaria, la ‘sultana’ del sur del departamento del Atlántico.

La mujer, de 46 años, atesora esa libreta e incluso no la suelta de sus manos para mostrarla, pues, asegura, que esta contiene material significativo de sus ancestros, el cual ha venido recogiendo a través de un maratónico trabajo 'puerta a puerta', en medio de calurosas jornadas. A esos peregrinajes la acompaña su sobrino Alexis Quevedo Rodríguez, 23 años, que es cantante de bullerengue y artesano. Ambos conforman un equipo de guardianes de la historia.

Casualmente, según Clorys, uno de esos relatos que tomó de los más viejos del pueblo, entre estos sus allegados descendientes de esclavos, sirvió para rescatar unos años atrás la danza de los Negros Azules, expresión cultural de tradición, similar al Son de Negro de Santa Lucía, población del sur del departamento, junto al Canal del Dique.

Con la diligencia de una experimentada bibliotecaria, Clorys busca en su cuaderno y lee: 'según investigaciones de mi sobrino Alexis Quevedo y mi persona, nos encontramos con que aquí se dio la danza del baile de negros, aquí se pintaban de negro. En época de carnavales hacían un evento llamado ‘la Conquista’, en el que se bailaba. Pero en la fiesta, otros negros, de otros municipios, venían a Carreto a robarse a la presidenta o la reina de la fiesta'.

Luego continúa: 'Eso lo hacían frecuentemente de robarse a la reina y los que se dejaban robar tenían que pagar un tributo o los castigaban. A las reinas se la robaban, para sacársela a vivir, otros negros del Canal del Dique'.