La alfombra roja ya está instalada en el Teatro Dolby de Los Ángeles, que mañana recibirá a las estrellas del séptimo arte de Hollywood para conmemorar la edición 89 de los premios Óscar. Este año la polémica por falta de inclusión racial fue sustituida por las medidas del presidente Trump contra inmigrantes. Mientras, la presencia hispana disminuye y La la land se posiciona en el podio de las favoritas.
El bulevar de Hollywood, donde se ubica el Teatro (dentro del centro comercial Hollywood & Highland), ya luce las gradas para el público, las instalaciones dedicadas a acoger a los medios de comunicación acreditados para la ocasión y los pósters con el rostro de Jimmy Kimmel -maestro de ceremonias- invitando a los espectadores a seguir en directo la gala, que en Latinoamérica trasmitirá TNT desde las 8 p.m.
Actores, actrices, directores y demás personas del equipo de producción de cada película nominada entre las 24 categorías lucirán sus mejores atuendos, esperando alzar alguna de las estatuillas de bronce, que este año han sido creadas con una impresora 3D. Ello pese a las desalentadoras predicciones meteorológicas.
'No estamos preocupados, simplemente hay que estar preparados', dijo Joe Lewis, encargado de la producción, sobre el pronóstico del clima que apunta a una alta probabilidad de precipitaciones para este domingo 26 de febrero en Hollywood. 'Hemos hecho muchos cambios para este año, y con suerte nadie se mojará. La carpa que tenemos en los Óscar es una estructura sin parangón en el mundo', agregó.