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'¡Llega, llega!', le decían con voz amigable algunos skaters ubicados en un rincón de La plaza de la Paz Juan Pablo II a Eduuard Meneses que se aproximaba a elevar su patineta para lograr uno de los trucos con los que intenta romper la Ley de Gravedad. 

Eduuard ha pasado ocho de sus 23 años sobre las ruedas. Su interés por el skateboarding llegó a través de YouTube y los miles de videos que ahí se encuentran. 

'Veía tutoriales y empecé a hacer algunos trucos. Yo vivía en el Batallón Paraíso porque mi padre era militar (...) no tenía tantos amigos para practicar el deporte así que con este conocí a gente de afuera que compartía el mismo amor', dijo. 

Si se llega en horas de la tarde, casi en la noche, a la Plaza de la Paz, es normal ver a vendedores de todo tipo impulsando sus productos, personas practicando algún deporte y estudiantes que escuchan música con sus audífonos. Otros solo fuman, hablan y ríen. El humo de la cannabis se siente más en las escalinatas de la Catedral.

'Como en otras áreas, hay muchos caminos que te llevan a la drogadicción y los vicios. He tenido amigos que se han perdido en eso... el deporte siempre te alejará de eso', resaltó Eduuard, que mientras se prepara para recibir su título de arquitecto, trabaja como diseñador de interiores y fachadas. 

Con gorras, pantalones cortos o jeans, tenis y suéteres sencillos, hombres y mujeres practican a diario esta modalidad de patinaje. 

El barranquillero Jonathan Orta, de 32 años, es un publicista que se dedica al skateboarding hace 16. Él piensa que la infraestructura de la ciudad es la que 'hace el deporte' porque los escenarios provisionales vuelven 'todo más divertido'. 

Orta piensa que este deporte es abierto a todas las culturas por lo que no se puede estigmatizar a un skater, salvo por su adicción a rodar y saltar.

'A mí, por ejemplo, me pueden ver en una rueda de cumbia y al otro día en un concierto de punk. No somos radicales gracias a que practicamos un deporte urbano y socializamos con todo tipo de personas', contó Orta.

Para los consultados, el skateboarding además de permitir un intercambio cultural, hacer amigos y superar problemas, también ayuda al desarrollo motor del cuerpo, la concentración de la mente y esquivar el estrés. 

'Este es un deporte en el que uno desafía la Ley de la Gravedad con una patineta...la gente dice hasta que uno utiliza pegamento en los zapatos para mantenerla en el aire', bromeó Orta.