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El hombre se comunica con sus iguales, en gran medida, para encontrar en los demás respuestas sobre sí mismo. La necesidad de establecer puentes para llevar el pensamiento de un lado a otro es innata del ser humano o, en palabras de Aristóteles, el hombre es un animal político. En esa misma búsqueda primitiva del conocimiento el viaje ha sido fundamental, sobretodo desde el romanticismo, época en la cual se le atribuyó esa función de encuentro con la verdad. El arte, no ha sido ajeno a esas corrientes migratorias para, a su manera, buscar su propia realidad.

Este es el caso del artista francés Jean-François Boclé, y el brasileño Ruy Cezar de Fortaleza, quienes se encuentran en Barranquilla en una residencia artística –Residencia Caníbal– a través de la cual están buscando sus propias verdades en nuevos territorios, cada uno desde un proyecto artístico que pretende, entre otras cosas, desdibujar las fronteras para crear una conexión entre su propio país y los que integran a su investigación.