En medio de la crisis sanitaria acaecida por la COVID-19, ¿ha lidiado usted con personas poco optimistas, que creen que no saldremos bien librados de la situación? Si su respuesta es afirmativa, sepa que es probable que usted se encuentre de cara al negativismo.
Pero, en medio del confinamiento, ¿cómo identificamos en el núcleo familiar a la(s) persona(s) negativa(s) de manera acertada? La psicóloga clínica María Pinto dice que son quienes —de forma reiterada— se lamentan, dan quejas y buscan un culpable. También se caracterizan por fomentar el conflicto y por evitar la autorreflexión.
'Son personas que difícilmente consiguen logros u objetivos. Lo que se diga o se hable en familia lo tomarán personal. Suelen tener baja autoestima, así que todo les afecta. Prefieren quedarse en su zona de confort, pues es allí donde se sienten seguros y donde pueden mostrarse como si no les importarara lo que está pasando, aunque no sea así'.
Por su parte, la especialista y magister en Psicología Clínica Ana Mercedes Abello explica que en medio de la pandemia esta clase de personas niegan la amenaza de peligro de contagio, sienten miedo a perder la salud a falta de recursos básicos, insumos, comida o empleo; y experimentan frustración por la pérdida de libertad y por las dificultades al no realizar actividades personales. Asimismo sienten enojo porque consideran que lo que está ocurriendo es injusto tanto para ellos como para la humanidad, pero también experimentan sentimientos de soledad y de encierro.
Pinto señala que generalmente la autoconfianza de estas personas es muy baja y suelen sentir mucho miedo. Afirma que sus pensamientos son producto de su entorno familiar, donde muy probablemente no recibió la suficiente confianza o donde quizá fue sobreestimulado de forma negativa. Incluso, puede que también se hayan visto afectados justo en el momento en que su madre los diera a luz y que ella experimentara sentimientos negativos.
Lo anterior también lo explica Bello y señala que, ante una situación de alarma y amenaza, el cerebro envía mensajes de angustia e intranquilidad, información que también es llevada al resto del cuerpo: sistema digestivo gástrico, vascular, cardiaco, muscular y respiratorio, entre otros. 'En el procesamiento de la información se presentan errores, llamados distorsiones cognitivas, el individuo percibe e interpreta la información de forma inadecuada a partir de la decodificación de la misma'.
Para lidiar con ellos justo cuando la realidad actual genera temor, duda e incertidumbre, Pinto explica que se debe tener en cuenta el juego emocional que proponen para no caer en este, ya que genera en el otro un gasto energético. De ahí la importancia de tomarse un ‘tiempo fuera’, es decir, un tiempo para alejarse en la misma casa y no prestarles atención. Luego se deben poner los límites con respeto y no permitir que sus comportamientos nos enfaden, manteniendo siempre el autocontrol de las emociones.
El psicólogo clínico Antonio Mengual coincide con Pinto y establece que la mejor opción en este punto sería alejarse de dichas personas, pero si se encuentran junto con ellas pasando la cuarentena en una misma casa, una vez que se establezcan los límites y seamos capaces de decir 'no' cuando lo estén sobrepasando, se les debe expresar algo como: 'no quiero que me digas más tal cosa porque me haces daño' o 'si quieres hablar sobre tal tema con alguien, por favor llama a otra persona porque no me hace sentir bien hablar sobre eso'.
'Se trata de no permitirles que sigan haciendo cosas que te generen daño. Ahora, si están alterados, se les debe decir que usted decide irse para otra habitación y cuando esté más relajado pueden volver a hablar. La idea es alejarse de lo que a usted le hace daño o impedirles que le digan o hagan ciertas cosas'.
A su vez, indica que la manera de influenciar positivamente sobre este tipo de personas se hace aportando un poco de luz cada vez que tengan pensamientos negativos.
'Normalmente no pueden ver la situación desde otra perspectiva, así que se les podría ofrecer nuestro punto de vista para que consideren otras opciones. Pero, ¿cómo hacerlo? Se les debe plantear, por ejemplo, lo positivo de la pandemia sobre el medio ambiente. Ahora, si muestran preocupación por el número de fallecidos, se les debe aportar las estadísticas que validan que solo el 3% de personas contagiadas fallece y que no es más grave que una gripa normal'.
Recalca que otra forma de influenciar se hace al reforzar la conducta positiva que lleguen a tener. 'Si vemos que comentan algo optimista, se les debe decir que usted se siente fascinado de que haya dicho y/o hecho tal cosa. De esta forma se sentirán bien y al final del día serán estimulados para que continúen asumiendo tal actitud'.