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Si bien la Organización Mundial de la Salud establece que a la fecha las pruebas sugieren que los niños tienen menos probabilidades de desarrollar una patología grave, también advierte que esta población cuenta con las mismas posibilidades de infectarse con la COVID-19 como cualquier otro grupo de edad.

Pero más allá de esta problemática, que sin duda alguna merece toda la atención, durante la cuarentena son muchos los pediatras que ponen su mirada en patologías que se derivan de la situación actual.
Javier Diago, pediatra puericultor, manifiesta que la salud mental y física son algunos de los factores a los que él con algunos colegas le tienen la lupa puesta.

'Principalmente nos preocupa la inactividad de los pequeños. El hecho de que no hagan ejercicio aumenta la ingesta calórica y ocasiona obesidad, pero además disminuye su masa muscular. En 2015, en Colombia, se dice que la inactividad de los niños y los adolescentes reportaba el 67% y solo el 13.4% completaban las recomendaciones diarias de actividad física. Ahora el temor es que a causa del confinamiento las estadísticas reporten una disminución más crítica'.

Katherine Hernández, nefróloga pediatra de la plataforma de medicina domiciliaria Medicaap, coincide con el galeno y agrega que la cuarentena no debe ser excusa para que los niños dejen de asistir a los controles con sus pediatras, sobre todo en aspectos como crecimiento, desarrollo, vacunación y control de patologías específicas.

'La salud mental también preocupa porque muchos de nuestros infantes han sentido el cambio en sus rutinas al no asistir al colegio, al no poder realizar actividades diferentes y al no tener contacto con otras personas. De hecho algunos suelen presentar crisis de ansiedad, que se agravan cuando son víctimas de abuso'.

Diago recalca que existen otras enfermedades que se han incrementado como aquellas que están relacionadas con los cuadros gastrointestinales, ocasionados por desórdenes en los horarios de cada comida y por la ingesta de alimentos solicitados a domicilio. Asimismo asegura que en sus consultas ha visto un crecimiento importante en el trastorno del sueño, que correspondería en algunos casos a la ansiedad.

'Los pequeños con ansiedad presentan miedo, preocupación, irritabilidad, trastornos musculares y fatiga (...) en muchos casos resulta difícil manejarla porque cuentan con padres ansiosos, que les transmiten ese estado. Por tanto, la idea es que se tranquilicen, que hablen con sus hijos con la verdad, que jueguen en casa y que sean muy positivos'.

Sobre la medida que permite a niños entre seis a 11 años la salida por un periodo de tres horas, en compañía de sus padres o su cuidador, Hernández la califica como 'buena' porque le permite a esta población volver a un estilo de vida saludable. Eso sí, recalca que 'se debe aplicar haciendo uso del tapabocas, manteniendo el distanciamiento social, sin tocar los juegos de los parques y siempre lavando las manos al regresar a casa'.

Diago añade que las lluvias empezaron, así que resulta vital tener en cuenta que habrá un pico en las enfermedades respiratorias. 'Por tanto, es bueno recordarles a los padres la importancia de vacunar a sus hijos contra la influenza'.

Advierte que no se debe dejar de lado la prevención en el contagio del coronavirus porque 'sin duda alguna hay una alta posibilidad de que los niños se contagien, sobre todo si son menores de un año (...) y a pesar de que pueden tener manifestaciones clínicas leves, hay casos que llegan a requerir hospitalización y UCI'.

Otros consejos. Hernández recomienda practicar actividad física en casa, ingerir una alimentación saludable, consumir constantemente agua, dialogar en familia sobre la actualidad del mundo sin saturarlos con información, tener contacto virtual con familiares y amigos, y fortalecer el afecto en la familia.