El reconocido actor colombiano Julián Arango, conocido por sus emblemáticos papeles en producciones como ‘Yo soy Betty, la fea’ y ‘Hasta que la plata nos separe’, sorprendió recientemente con una confesión durante una entrevista con la presentadora Laura Acuña.
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Durante la charla, en la que abordó temas de su vida personal y profesional, Arango hizo una revelación que generó risas entre los presentes: Diomedes Díaz, el icónico cantante vallenato, fue una de las razones por las que, en una etapa de su vida, consumió grandes cantidades de aguardiente.
El actor, en un tono jocoso, relató que la música de Diomedes Díaz y otros artistas de cantina de la época influyeron en sus hábitos de consumo de alcohol cuando recién iniciaba su etapa como adulto.
Arango mencionó que al escuchar las canciones de ‘El Cacique de La Junta’ junto a sus amigos, sentía la necesidad de tomar aguardiente, una costumbre que formó parte de su juventud.
“El daño que nos ha hecho Diomedes Díaz es una cosa... De verdad, cuando yo oía a Diomedes, uy no. Tenía unos amigos que nos encantaba, y Julio Jaramillo, Alci Acosta”, comentó el actor, en medio de la conversación con Acuña, quien también admitió haber tenido una experiencia similar.
El “daño” que le hizo Diomedes a Julián Arango
La relación de Julián Arango con la música de Diomedes Díaz se enmarca en una época de auge para el vallenato, que trascendió las fronteras de la costa norte de Colombia para llegar a todo el país. Los éxitos del ‘Cacique de La Junta’ resonaban en emisoras y bares, convirtiéndose casi que en una parte infaltable de las reuniones y celebraciones de muchos jóvenes, como lo fue para Arango y su grupo de amigos.
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Julián situó esa etapa de su vida a mediados de la década de los 80, cuando Diomedes Díaz estaba en la cúspide de su carrera artística. Durante los años en los que el actor comenzaba su transición de la adolescencia a la adultez. Entonces Julián tenía entre 18 y 19 años, y según confesó, apenas se encontraba saliendo del colegio e iniciando su etapa universitaria.
En ese entonces el cantante vallenato lanzó uno de los discos más exitosos de su carrera, ‘Brindo con el alma’ (1986), en colaboración con el acordeonero Gonzalo ‘Cocha’ Molina; álbum que incluyó temas como ‘Sin medir distancias’, ‘Los sabanales’ y ‘Pasajeros de la vida’, que rápidamente se convirtieron en éxitos radiales y tuvieron un gran impacto en la música colombiana.
