El legado de Diomedes Díaz, uno de los máximos exponentes de la música vallenata en Colombia, sigue siendo motivo de conversación más de una década después de su fallecimiento.
(Le puede interesar: Video: Así fue el cómico error que cometió Ana Milena Gutiérrez en el cierre de Noticias Caracol)
Recientemente, su hermano Elver Díaz compartió detalles poco conocidos sobre la vida personal del artista, incluido el lugar donde murió y las razones detrás de una decisión que marcó su relación con los sepelios.
Diomedes, nacido en La Junta, La Guajira, el 26 de mayo de 1957, se convirtió en una figura central del vallenato, con más de 35 producciones discográficas a lo largo de tres décadas de carrera.
Su obra ha sido abrazada por millones de seguidores en Colombia y Latinoamérica, quienes han encontrado en canciones como ‘La Ventana Marroncita’ y ‘Bonita’ una auténtica expresión del folclor local. Aunque su vida estuvo marcada por éxitos musicales, también fue escenario de dificultades y decisiones personales que aún generan curiosidad en muchos de sus fanáticos.
La última morada del ‘Cacique’ y su vida antes de ser artista
Uno de los aspectos abordados por Elver Díaz en su más reciente entrevista fue el lugar donde falleció su hermano, el cual, según reveló, fue la última casa que ‘El Cacique’ adquirió. Respecto a esto, Díaz no reveló muchos más detalles de los que ya se conocen. No obstante, algo de lo que sí habló fue de su infancia y su relación con sus hermanos.
Entre los recuerdos familiares que compartió, mencionó la muerte de su hermana menor, Elvira Luz, hace más de 30 años. Este suceso fue uno de los momentos más difíciles para el artista, quien, según su hermano, vivió este episodio con gran dolor.
“Recuerdo que Diomedes lloraba. Fue el primer golpe duro para nosotros, la dinastía Díaz”, comentó mientras mostraba la casa donde el músico pasó sus últimos días.
Una relación distante con los sepelios
Otro de los aspectos que Elver Díaz también decidió revelar fue el motivo por el cual Diomedes dejó de asistir a funerales, una decisión que tomó tras enfrentar situaciones personales que lo afectaron profundamente.
Según explicó, el artista no pudo estar presente en las exequias de su padre, Rafael Díaz, debido a una operación a corazón abierto. Este hecho marcó un antes y un después en su vida.
La última ceremonia fúnebre a la que asistió fue la del doctor Eduardo Arredondo, quien inspiró uno de sus temas más reconocidos. En aquella ocasión, el efecto de su presencia fue tan impactante que alteró el ambiente del velorio.
Según relató Elver, cuando Diomedes llegó al lugar, las personas dejaron el ataúd para seguirlo a él, algo que el cantante interpretó como una señal de lo que ocurriría en eventos similares.
“Cuando llegó, me dijo: ‘Elver, no vuelvo más nunca a un sepelio, ni siquiera al de un familiar. La gente cuando yo llego deja el ataúd solo’”, compartió su hermano, dejando en evidencia el peso que la fama llegó a tener en los momentos más íntimos de la vida del artista.