Tener un estilo muy marcado es lo que ha diferenciado a Flor Chaparro. Desde niña, recuerda, le gustaba hacer todo lo que pudiera, ya fuera ropa o accesorios. Su gusto por la moda la llevó a investigar y a indagar sobre aquellas tendencias que le gustaban, mientras su espíritu emprendedor, otra de sus cualidades, siempre estuvo encendido y a la espera de que una idea grandiosa se hiciera realidad.
Antes de graduarse como diseñadora gráfica de la Universidad del Norte, Flor creó una fundación junto a unos amigos en la que ayudaban a mejorar la calidad de vida de personas en estado de vulnerabilidad. Por varios años estuvo dedicada a esa actividad y luego pasó a un colectivo cultural porque siempre le ha 'inspirado lo nuestro' y que las personas se sientan 'felices y orgullosas' de lo que son y de lo que tienen.
A partir de ahí la barranquillera empezó a mezclar sus ideales con el arte y con ello nacieron las ganas de hacerlo tangible y crear una marca propia.
Aunque al principio 'no tenía claro' qué quería hacer, siempre tuvo presente que deseaba algo 'propio', 100 %' de ella, en donde tuviera la libertad de plasmar su identidad y que su estilo gráfico estuviera marcado de 'principio a fin'.
Hacer este proyecto realidad, con las características que Flor planteaba fue un 'reto', pues no encontraba algo que la representara. Fue ahí cuando decidió que 'cualquier cosa que fuera hacer, tenía que lograrla con insumos propios'.
'En el 2016 decidí irme por varios meses a la ‘Zona Cachacal’ (en el Centro de Barranquilla) y a la calle 30 a hacer una inmersión, porque ya había decidido que quería hacer zapatos. Allá duré muchísimo tiempo aprendiendo, buscando quién me hiciera todo, porque al principio quería un taller maquila para solo enviar mis diseños, pero luego me di cuenta que para hacer lo que yo quería tenía que estar en todos los procesos'.
En los inicios de EFECÉ, como bautizó su marca, Flor aprendió todo sobre los procesos de producción de los zapatos. Su curiosidad la llevó a crear su propia suela, que con el tiempo fue 'evolucionando', se convirtió en su 'orgullo' y en el factor diferencial de su marca por ser 'liviana y cómoda'.
Las telas que la asesora de imagen utiliza para forrar su calzado también son exclusivas. Ella misma las ilustra y agrega que es un trabajo '100 % creativo, conceptual y hecho desde cero'.
En 2017 con el lanzamiento de su primera colección, Mi Carnaval, Flor conquistó el mercado femenino, para ella fue un 'hit' que no se esperaba y que sobrepasó al público barranquillero. En esta edición las protagonistas fueron las figuras carnavaleras de collongos y marimondas.
'La colección tuvo tanto éxito que se me salió de control. Muchos ejemplares se despegaron en el mismo sitio porque no me daba tiempo de estar pendiente de todo, pero me motivó que las mismas personas me decían —yo no quiero que me devuelvas el dinero, yo quiero que me los arregles porque son divinos—'.
Aunque fue un proceso difícil, enfocarse en los colores, tendencias del año y principalmente en 'lo nuestro', hizo que las plataformas carnavaleras fueran todo un 'éxito'. Desde entonces, todas las reinas del Carnaval de Barranquilla han lucido este calzado que año tras año se ha encargado de llevar la tradición hasta los pies.
Con las ganancias de esa colección la ilustradora colocó su propio taller en una habitación de dos metros por dos metros en su casa, mientras ella misma se encargaba de todos los procesos, a excepción del trabajo del zapatero. Hoy, después de tener varios 'tropezones' en su camino, de que le plagiaran sus suelas y un estampado de sus telas, la barranquillera tiene un amplio taller en el que cuenta con siete empleados que reciben 'todas sus prestaciones y la han ayudado a crecer'.
En EFECÉ las chicas no solo pueden encontrar plataformas carnavaleras, ahora también hay una línea wedding y zapatos para toda ocasión, pero con un sello 'único y cómodo'. Al igual que una línea de calzados personalizados enfocados en reinas de belleza y del Carnaval.