Hace poco, en su habitación, Soledad Martínez Aparicio rememoró cómo empezó en el mundo del diseño de interiores. Dice que en ese ‘viaje’ mental cayó en la cuenta de que de niña desarrolló el sentido de la estética y el impulso de mantener los espacios organizados y decorados.
Al cabo de unos años, su primera remodelación en una casa se dio al heredar el cuarto de su hermana, cuyo rincón lucía paredes de color fucsia y verde. Este panorama visual no estaba acorde con su estilo, de modo que se decidió a cambiarlo imprimiéndole una atmósfera mucho más acogedora.
Y aunque se formó profesionalmente en Administración de Empresas y luego forjó una experiencia en el área comercial de varias organizaciones, la vida misma se encargó de encaminarla hacia el gusto de imprimirle confort a diferentes hogares.
'En la empresa que trabajaba tenía el manejo de las compras internacionales, lo que me dio cierta experiencia para negociar con proveedores de afuera. En ese mismo momento (2014) me di cuenta que podía empezar a importar productos para la casa como sábanas, sobrecamas, lámparas de mesa, de noche y de techo para venderlos, así que lo hice. Paralelo a esto me contrataron para ser gerente en una empresa de inversiones'.
Posteriormente, con el alza del dólar en ese año, paró su negocio personal y se concentró en su trabajo formal, logrando poco a poco su capitalización. Al cabo de dos años, aproximadamente, retomó sus ventas.
'Yo recuerdo que en ese momento mi plataforma para la comercialización de mis productos era Facebook, de hecho ahí tenía 19.000 seguidores. Más tarde salté a Instagram, aunque al principio me rehusaba a descargarla. Luego me di cuenta que ahí estaban mis clientes potenciales'.
A medida que Soledad fue escuchando y entendiendo las necesidades de las personas, su portafolio se fue ampliando. Fue así como le fue apostando a ofrecer otros productos como alfombras y cortinas, hasta apuntarle a la creación de mobiliario. Ahí empezó a trabajar con carpinteros de diferentes barrios de Barranquilla, pero después se trazó la meta de materializar su propio taller de 800 metros cuadrados.
'Trabajé mucho hasta lograrlo. Hoy día está ubicado en la Vía 40 y allí contamos con el apoyo de aproximadamente 30 personas entre carpinteros, tapiceros, contadores y pintores. A su vez, en la parte administrativa tenemos a 15 personas. Luego le apunté a comprar mi propio camión para las entregas porque también me tocaba depender de los transportadores. Todo esto me permitió tener un control casi que absoluto, con el fin de que al final la gente tuviera una experiencia agradable y un buen producto'.
Soledad asegura que sigue importando la lencería del hogar, las lámparas y los accesorios decorativos, además de tener una galería donde se elaboran cuadros dependiendo del gusto de sus clientes. Señala que en el proceso creativo del mobiliario que ofrece juega un papel fundamental el estilo, los gustos y las necesidades de la gente, además de ciertas nociones basadas en las tendencias actuales. En temas de diseño se dedica a asesorar para que las personas elijan su decoración conforme al espacio que tengan y escojan los colores de las paredes de acuerdo al lugar.
Ahora se encuentra emocionada con la apertura de su casa de diseño homónima que se le suma a su almacén de siempre, llamado Home Delights. Este nombre, que en español traduce 'Delicias del hogar', dice que lo eligió porque para ella todo lo que hace y ofrece hace parte de una pasión que disfruta a diario.
'Si bien en la casa de diseño también se encuentra el mobiliario, las lámparas y los accesorios, adicionalmente está el estudio de diseño, que es donde quiero recibir a las personas de forma cómoda y donde visualmente ellos puedan identificarse con sus proyectos'.