Desde que estaba en la universidad cursando sus estudios en Educación Infantil, Jéssica Certain soñaba con tener su propio jardín. Al finalizar su carrera profesional en la Universidad del Norte trabajó como asistente y docente titular en varias instituciones de Barranquilla, pero siempre conservando la ilusión de tener su propio colegio.
Habiendo ganado experiencia profesional en el 2004, la barranquillera decidió abrir su plantel educativo, Kids Atelier. Educar con respeto y amor siempre han sido los ideales de la docente y a ello le atribuye su crecimiento profesional, que hoy la han hecho ganarse la confianza de cientos de padres de familia.
'En estos 17 años hemos vivido una experiencia maravillosa. Aquí en Kids Atelier hemos hecho las cosas con amor, con respeto y siempre pensado en los niños. Hemos sido un jardín voz a voz y me gusta que la gente venga recomendada, porque esto siempre será una familia en la que quiero que los papás se sientan a gusto y tranquilos del lugar en el que dejan a sus hijos'.
A Jéssica, al igual que todos, le tocó en el 2020 afrontar los cambios que trajo la pandemia. En medio del confinamiento perdió más de la mitad de sus alumnos y a la vez tuvo que afrontar el reto de reinventarse en la virtualidad con los pequeños estudiantes que se quedaron a continuar sus actividades escolares.
'No fue fácil por la edad de nuestros alumnos. Tenemos bebés en estimulación y en el jardín infantil hay niños desde un año hasta los cinco. Entre lo más difícil estuvo enfrentarse a la parte virtual porque no es lo correcto para los niños a esa edad, pero tocó vivirlo. Fueron muy pocos los alumnos que asumieron este reto en compañía de los padres de familia'.
Con más de seis meses en la virtualidad Jéssica afirma que sus mejores aliados fueron los padres que al lado de las docentes afrontaron de la mejor manera la crisis sanitaria.
'Los niños pequeños fueron tan mágicos que lograron adaptarse a la virtualidad con las docentes que tuvieron un papel fundamental. Hubo mucha creatividad para poder lograr mantener a los niños conectados. Yo le agradezco mucho a los papás que siempre estuvieron ahí siendo un apoyo para nosotros y sus hijos. La virtualidad funcionó y de verdad que fue algo increíble'.
Aunque no ha sido un camino fácil volver a la presencialidad en la actualidad los estudiantes están en sus coloridas aulas de clases, lo que ha dejado a flote muchas emociones tanto positivas como negativas.
'Lo primero fue sentir la felicidad y alegría de volver. Los alumnos estaban emocionados de regresar y eso se les notó cuando llegaron, pero también hubo muchos niños con temores y angustia por todo lo sucedido. Algunos les tocó volver a vivir el proceso de adaptación y aquí con mucho amor y cariño hemos vuelto a iniciar los procesos al ritmo de cada niño'.
Al lado de Miriam Jiménez, terapeuta ocupacional, Jéssica se ha encargado de brindarle a los niños la atención pertinente para regular todo lo concerniente a la integración sensorial después de haber vivido el proceso de confinamiento. Con ello busca que dentro del proceso pandémico los niños puedan estar tranquilos y disfruten cada etapa de su paso por el jardín.