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Si hay algo que ha dejado la pandemia en la humanidad es sin duda muchas lecciones de vida. En el caso particular de Carmen Belissa Martínez, el aislamiento por la crisis sanitaria se convirtió en el tiempo idóneo para darle una mirada introspectiva a su presente, mejorar su relación con Dios, llenarse de fortaleza y encontrar la sabiduría para discernir los pasos que debía seguir dando como diseñadora de modas.

Fue así como, con 20 años de experiencia en la industria y con una larga lista de sueños, sus esfuerzos se centraron en la creación de una nueva colección 'muy sentida' que decidió llamar La libélula.

'Este insecto tiene un significado muy bonito porque hace alusión al cambio, a la sabiduría, la ligereza y la adaptabilidad, además es femenino y suele ser considerado como símbolo de buena fortuna en muchas culturas. Ahora, si hago una similitud con mi esencia, creo que lo que más tengo de la libélula es la sabiduría que he adquirido a través de los años y la capacidad que he desarrollado para adaptarme en situaciones adversas (...) En esta colección, que habla por sí sola, me reestructuré y saqué no solo vestidos de baño, sino también vestidos largos, cómodos, fluidos y elegantes. También lancé salidas y trajes de baño, enterizos, kimonos y sets de pantalones estilo sudaderas. En total creamos cerca de 56 referencias', expresa Carmen Belissa.

Agrega que en la paleta de colores que eligió sobresalieron el verde y el azul, pasando por el beige y el gris azulado, que 'son los colores que nos regala el cielo cuando nace el día hasta que cae el atardecer'. Son tonos que, según indica, hablan de su personalidad y transmiten tanto alegría como sutileza.