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Estaba en México cuando le contaron que necesitaban a mujeres colombianas jóvenes para una audición. Olga Lucía Vives no tenía ni idea si era para una novela, serie o película. Ella solo fue y prestó su voz para unas pocas líneas. Eran los inicios del mes de julio de este año.

En agosto recibió una llamada. Ya estaba en Colombia. Había sido escogida para brindarle su espíritu samario a Mirabel Madrigal, el personaje principal de la cinta animada de Disney, Encanto, que el pasado fin de semana lideró la taquilla en países como Estados Unidos, Turquía y por su puesto en su tierra.

'Cuando me enteré yo no podía de la alegría porque iba a poder escuchar un poquito de las canciones escritas por Lin-Manuel Miranda. Ahí dije: ya puedo morir en paz'.

Olga Lucía, integrante del grupo Ventino junto a María Cristina de Angulo, Camila Esguerra y Natalia Afanador, se devolvió a México, grabó sus parlamentos, cantó las canciones y transmitió su encanto al mundo, en una cinta basada en las cosas buenas y mágicas que identifican a los colombianos.

Piel de porcelana y ojos azules. La hija de los samarios Joaquín Vives y Olga Rosa Serrano creció escuchando los vallenatos de Diomedes Díaz, Jorge Oñate y Carlos Vives, por supuesto. También las baladas de José José, Raphael y Chayanne. Todo esto bajo el reflejo que brinda la bahía más bella de América, el sitio en el mundo que más paz le brinda.