Compartir:

El chef internacional Charlie Otero es uno de los principales exponentes de la gastronomía del Caribe colombiano. Recuerda que su pasión por la cocina la heredó de su madre, mientras que la de la literatura llegó por parte de su padre que desde pequeño lo 'puso a leer'.

El 2021 fue un año lleno de emociones encontradas para el chef, quien fue diagnosticado con cáncer en marzo y sorprendido por la muerte de su madre a causa de las secuelas de la covid. Aunque fueron dos golpes duros, decidió 'vivir' y dar lo mejor de él, como le enseñó su progenitora.

En este mismo año llegó a él la oportunidad de brindar una asesoría al mítico restaurante bar, La Cueva, que estuvo cerrado por más de un año. Aunque su trabajo solo era por unos días, rememora que apenas entró a la estructura que está llena de historia, literatura y mucha cultura, fue 'amor a primera vista'. Ahora es el chef ejecutivo de la esquina insignia de Barranquilla.

'Este lugar está inundado de letras y de cocina, parece que hubiera llegado a un destino irremediable para mí'.

Charlie Otero se describe como 'un investigador muy juicioso de la cocina colombiana'. Ha sido un viajero 'incansable' de Colombia, pero sobre todo de la Costa porque tiene un 'gran amor por lo propio'.

El cartagenero espera que todos lo barranquilleros y comensales de La Cueva reciban su menú como un 'regalo' y que literalmente 'se coman a Barranquilla'.

A continuación, apartes del diálogo sostenido con Charlie Otero.