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Los guatemaltecos elegirán mañana de entre el general retirado Otto Pérez Molina y el empresario Manuel Baldizón al que será el próximo presidente de un país azotado por una violencia rampante y con una débil economía. Pérez Molina, quien figura como favorito, según las encuestas preelectorales, alcanzó popularidad gracias a que su imagen de militar ofrece para muchos la garantía que será capaz de cumplir su promesa de combatir el crimen con 'mano dura'.

Su partido, Patriota, tiene como emblema una mano empuñada. Su rival del partido Libertad Democrática Renovada, Baldizón se ha valido del populismo para seducir a los electores, a quienes ofrece instituir un salario que beneficie a los trabajadores y como también le preocupa la delincuencia, su propuesta para combatirla es aplicar la pena de muerte en el país.

Ortega busca reelección. El presidente Daniel Ortega es una figura que divide opiniones en el país y el extranjero. Su derrota fue alguna vez una obsesión de la Guerra Fría para Estados Unidos. Se ha levantado, ha caído y se ha vuelto a levantar. Ahora, el otrora revolucionario sandinista se encamina a una victoria mañana en unos comicios que, según sus críticos, podrían ser el preludio de una presidencia vitalicia. Desde que regresó al poder en 2007, Ortega ha impulsado su popularidad en el país más pobre de Centroamérica con una combinación de populismo y apoyo a la economía de libre mercado.

Guatemala, EFE