Cerca de un millar de trabajadores de restaurantes de comida rápida secundaron ayer en Washington la movilización convocada en todo Estados Unidos para exigir un 'salario digno' y criticar la creciente desigualdad económica.
Con pancartas de 'No podemos sobrevivir con 7,25 dólares' (salario por hora), un centenar de ellos, contratados por McDonald's, se manifestaron a la puerta del Museo del Aire y del Espacio del Mall de la capital estadounidense.
Las manifestaciones buscan elevar el actual salario mínimo federal de 7,25 dólares a 15 dólares la hora. Organizaciones como 'Fast Food Forward', coordinadoras del evento, han alertado que mientras las empresas gozan cada vez de mayores beneficios, los empleados deben recurrir a asistencia pública para poder llegar a final de mes y sostener a sus familias.