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El jefe del Ejército tailandés, Prayuth Chan-Ocha, declaró el toque de queda en Tailandia después de dar un golpe de Estado y retener a varios miembros del Gobierno interino y líderes de las protestas.

Prayuth tomó el poder después de declarar fallida una reunión en la que participaban miembros del Ejecutivo interino y opositores en un intento de poner fin a la crisis tras ocho meses de manifestaciones antigubernamentales.

El toque de queda, que entróen vigor el jueves en la noche, se aplicó desde las 10:00 hora local hasta las 5:00 horas de la madrugada de hoy, sin que se cumpliese la amenaza de cortar el servicio de internet.

Un portavoz militar anunció por los canales locales que queda prohibida toda reunión pública de más de cinco personas, al tiempo que desconectaban las emisiones de medios internacionales como la BBC y CNN, entre otros.

Prayuth canceló la reunión entre las partes después de dos horas de negociación sin resultados y los soldados se llevaron

a todos los asistentes a las dependencias del Primer Regimiento de Infantería, excepto a los participantes miembros del Senado y de la Comisión Electoral.

Entre los retenidos se encontraba el ministro de Justicia, Chaikasem Nitisiri, y varios viceministros, así como representantes de los principales partidos políticos y los líderes de los manifestantes pro y antigubernamentales.

El Ejército se otorgó el papel de mediador tras declarar el martes la ley marcial en todo el país para prevenir un estallido de violencia tras ocho meses de protestas antigubernamentales que han causado 28 muertos y más de 800 heridos.

Tailandia arrastra una grave crisis desde el golpe de Estado que derrocó de 2006 al ex primer ministro Thaksin Shinawatra y a quien sus detractores acusan de dirigir el Gobierno desde el exilio.

Los 'camisas rojas', seguidores de Thaksin, amenazaron con elevar sus protestas en Bangkok si el Ejército tomaba el poder y caía el Gobierno interino. Efe