Si bien, la crisis en Tailandia lleva más de 7 meses, sólo hasta ahora estalla el ‘estatus quo’ a la voz de los medios. Su situación es muy similar a la que se vive en Venezuela y Ucrania donde la contrariedad con el Gobierno ha ocasionado el derrame inconsciente de sangre.
Muertos, heridos, abuso de autoridad, vandalismo, desacuerdos políticos y actitudes muy distantes de la diplomacia internacional, han invadido la situación social, económica, política, cultural e incluso moral de estos tres escenarios.
Aquí, lo que debe saber.
Tailandia
¿Qué pasa?
Desde hace 7 meses, Tailandia está sumida en un ambiente de agitación política y manifestaciones en contra del Gobierno, por parte de antigubernamentales y ciudadanos que exigían, en un principio, que Yingluck Shinawatra, la primer ministra del país, renunciara a su cargo alegando que sus actividades eran manipuladas desde el exterior por su hermano Thaksin Shinawatra, quien ocupaba su cargo y fue derrocado en 2006 tras un golpe de Estado al ser acusado de corrupción, abuso de poder y de irreverencia ante el rey Bhumibol Adulyadej. La diplomática fue destituida y ahora sigue la tensión al pedir la cabeza de otros políticos afines al clan Shinawatra.
En noviembre, la diplomática impulsó una ley de amnistía que daba luz verde al regreso de su hermano a la política del país, lo que generó la ira de cientos de personas que se volcaron a las calles a protestar.
Hasta la fecha, van 28 muertos y más de 800 heridos.
¿Cuál es la situación actual?
Este martes 20 de mayo, ejército de Tailandia impuso la ley marcial antes del amanecer y desplegó tropas en el centro de Bangkok, una medida dramática cuyo fin, se dijo, es estabilizar al país. La ley marcial consiste en que las fuerzas armadas toman el control de la seguridad de un gobierno y de todos los poderes para propiciar el orden público.
En un principio, el jefe del Ejército tailandés, Prayuth Chan-Ocha, indicó que no se trataba de un golde de Estado, pero ya fue declarado oficialmente tras la suspensión de la constitución y la declaración del toque de queda.
Prayuth tomó el poder después de declarar fallida una reunión en la que participaban miembros del Ejecutivo interino y opositores en un intento de poner fin a la crisis. Canceló la reunión entre las partes después de dos horas de negociación sin resultados y los soldados se llevaron a todos los asistentes a las dependencias del Primer Regimiento de Infantería, excepto a los participantes miembros del Senado y de la Comisión Electoral.
Entre los retenidos se encontraba el ministro de Justicia, Chaikasem Nitisiri, y varios viceministros, así como representantes de los principales partidos políticos y los líderes de los manifestantes pro y antigubernamentales.
¿Cómo ha respondido la comunidad internacional?
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, condenó este viernes el golpe de estado en Tailandia y solicitó que se restaure el orden constitucional lo antes posible.
'Estoy muy preocupada por el reemplazo por la fuera de un Gobierno electo, por la imposición de la ley marcial, por la suspensión de la Constitución y las medidas de emergencia que están restringiendo el disfrute de los derechos humanos', afirmó Pillay en un comunicado.
Denunció que la junta militar ha suspendido las libertades fundamentales, ha restringido la libertad de expresión y asamblea -censura de todos los medios de comunicación, restricciones de internet y cierre de radios y televisiones- y ha prohibido que se reúnan más de cinco personas.
Asimismo, la Alta Comisionada solicitó que la junta libere a las autoridades y a los civiles detenidos.
'Recuerdo a las autoridades que la implementación de cualquier medida de emergencia debe cumplir con los estándares internacionales de derechos humanos. El derecho a la vida y la prohibición de la tortura se deben respetar en cualquier circunstancia', concluyó.
Ucrania
¿Qué pasa?
Una disputa entre gobierno y oposición fue el inicio de la situación. Ahora, la adhesión de Crimea con Rusia y la independencia autoproclamada de las repúblicas de Donetsk y Lugansk (este del país), aprietan la realidad ucraniana, a contadas horas de los comicios presidenciales.
El conflicto inició en noviembre de 2013 cuando, el hoy destituido presidente Viktor Yanukovich, no firmó un acuerdo considerado de gran importancia para Ucrania en el que se contemplaba una asociación con la Unión Europea y los 28 países que la conforman. Miles de personas salieron a las calles, principalmente se concentraron en Kiev, y empezaron los desmanes que dejan un centenar de muertos y heridos.
Luego, la situación empeoró, el 21 de marzo de este año, con el sí a la unión de Crimea con Rusia, donde el 95% de los crimeos optó la adhesión a Moscú, mientras que el 3,5% votó por la opción de permanecer de Ucrania, y se agravó la realidad social, política e internacional con el referéndum en Donetsk y Lugansk al autoproclamarse repúblicas independientes.
¿Cuál es la situación actual?
Este domingo 25 de mayo se llevarán a cabo en Ucrania las elecciones presidenciales en medio de una nueva escalada del conflicto en el este prorruso, donde los rebeldes amenazan con abortar por todos los medios la votación del domingo.
'Durante los últimos tres meses nuestros enemigos han intentado desestabilizar el país y abortar el proceso electoral. Pero los ucranianos han demostrado ser más fuertes y sabios', aseguró Alexandr Turchínov, presidente interino de Ucrania.
Turchínov pidió a los ucranianos que acudan en masa a las urnas consciente de que está en juego la legitimidad internacional de las autoridades que derrocaron al presidente Víctor Yanukóvich y, en particular, el reconocimiento ruso de los resultados electorales.
'Al elegir a un presidente completamos la formación en Ucrania de un poder legítimo y responsable', señaló.
La violencia sigue reinando en el territorio nacional. Hoy murieron 20 pro rusos en enfrentamientos en un convoy ucraniano.
¿Cómo ha respondido la comunidad internacional?
La respuesta de grandes potencias mundiales como Estados Unidos, China, Francia, entre otros, ha sido inminente.
El gobierno de Barack Obama y la Unión Europea han sancionado a diplomáticos de Rusia por la intromisión en Ucrania.
Sin embargo, Vladimir Putin indicó que todas esas sanciones tienen efecto bumerán.
Putin señaló que desea que la Unión Europea siga siendo un socio comercial clave de Rusia, al intervenir hoy en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo ante centenares de representantes de la política y los negocios.
Agregó que comprende la preocupación de las empresas extranjeras que han invertido en Rusia cientos de miles de millones de dólares.
'¿Acaso en aras de una política inconsistente las empresas exitosas deber sufrir pérdidas y entregar a sus competidores sus posiciones y un enorme mercado?', preguntó el jefe del Kremlin.
Agregó que la lógica del desarrollo político y económico global no se puede modificar y recalcó que el mundo es multipolar.
'Los pueblos quieren decidir por sí mismos su destino, conservar su identidad histórica, cultural, su civilización', insistió Putin.
Venezuela
¿Qué pasa?
En Venezuela, la disputa por el poder entre gobierno y oposición lleva y trae el pan de cada día. Simpatizantes de cada bando se han enfrentado, desde el pasado 12 de febrero, en protestas antigubernamentales que, en ocasiones, se han vuelto violentas y que han dejado a día de hoy un saldo de 42 muertos, cerca de 800 heridos y cientos de detenidos.
Uno de los hechos que más han marcado la realidad caótica del vecino país fue la entrega a la Guardia Nacional de Venezuela del líder opositor Leopoldo López, quien es acusado de rebelión y haber causado la muerte de quiénes murieron en las manifestaciones a las cuales convocó.
López, de la misma línea de Henrique Capriles, la diputada María Corina Machado y Antonio Ledezma, alcalde metropolitano de Caracas, encabezan el segmento de la sociedad venezolana que está en contra del presidente Nicolás Maduro, quien ocupó el lugar del desaparecido Hugo Chávez.
¿Cuál es la situación actual?
Tras acordar el inicio de diálogos desde el 10 de abril, las intenciones de gobierno y oposición han sido positivamente percibidas. Sin embargo, poco se ha concretado y la violencia en las calles continúa.
De hecho, Maduro indicó este viernes que su Gobierno afronta 'grandes dificultades' que han sido 'inducidas' para derrocarlo y pidió ayuda a los estudiantes de las universidades estatales para que se incorporen a la 'ofensiva económica'.
'Pido apoyo y ayuda. Humildemente lo digo, estamos en una gran batalla económica, estamos enfrentando grandes dificultades, creadas (...) a veces inducidas desde las sombras de quien conspira para destruir este modelo hermoso de democracia, de socialismo profundamente humano', dijo.
El presidente dio las declaraciones durante un acto de Gobierno en Caracas con 'líderes universitarios', transmitido en cadena de radio y televisión, en el que reiteró que el país es víctima de una 'guerra económica' para acabar con la llamada revolución bolivariana que inició su antecesor Hugo Chávez (1999-2013).
'Hay una guerra económica, nosotros estamos resistiendo y golpeamos, ahora, aprovechemos la guerra económica para lo que la tenemos que aprovechar para hacer una profunda revolución, económica, productiva', dijo, al tiempo que pidió ayuda 'al conocimiento, al estudio'.
De este modo, solicitó a las universidades que se incorporen 'a la nueva ofensiva económica' para hacer frente a quienes quieren derrocarlo por la vía de la especulación y el desabastecimiento.
El gobernante habló ante una audiencia conformada por estudiantes de universidades creadas durante la 'revolución', a quienes transmitió que hay que expandir la educación universitaria 'conectada con los grandes intereses de la patria'.
El acto de Maduro con los estudiantes se realiza un día después de que 18 universidades públicas se unieran a un paro convocado por la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (Fapuv), en protesta por la detención de universitarios durante las manifestaciones de los últimos tres meses.
¿Cómo ha respondido la comunidad internacional?
La gran mayoría de países de América han emitido su opinión sobre el conflicto que vive Venezuela, que incluso ha propiciado el desabastecimiento en centros comerciales.
Organismos internacionales como la Onu, Unasur e incluso el Vaticano han levantado su voz para pedir el cese al fuego.
Pero sin lugar a dudas, el gobierno más crítico ha sido el de Estados Unidos. Sin embargo, el país norteamericano rechaza tajantemente estar interfiriendo en los procesos de Venezuela ante las acusaciones de 'injerencia' que presentará el canciller venezolano, Elías Jaua, a sus socios de Unasur.
'Hemos sido muy claros en que no estamos teniendo ningún papel o interfiriendo en lo que esta pasando en Venezuela', dijo la portavoz adjunta del Departamento de Estado, Mary Harf.
El Gobierno Venezolano ha anunciado que presentará ante la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), cuyos ministros se reúnen en Ecuador, la 'primera denuncia formal' contra el Gobierno y el Senado estadounidenses por la 'injerencia' en asuntos internos de su país.
'Todo lo que hemos dicho constantemente es que las partes necesitan dialogar para encontrar una forma de seguir adelante pero el Gobierno no ha mostrado voluntad de hacerlo todavía', lamentó la portavoz estadounidense que consideró que estas acusaciones son una estrategia del Gobierno venezolano para 'desviar la atención'.