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Felipe VI fue proclamado el jueves Rey de España en una jornada en la que la idea de renovación estuvo presente en símbolos y mensajes, y en la que los gestos cómplices y familiares se hicieron hueco en la solemnidad del momento.

'Una monarquía renovada para un tiempo nuevo', prometió un par de veces durante su discurso el nuevo rey, que llegó a citar El Quijote con una frase que suscribiría incluso un republicano: 'No es un hombre más que otro si no hace más que otro'.

Felipe VI, que se mostró dispuesto a hacer lo preciso para que los españoles se sientan tan orgullosos de él, como él dijo estarlo de los españoles, dejó claro que es consciente de su deber constitucional supeditado al Parlamento y se mostró dispuesto a 'escuchar, advertir y a aconsejar'.

Una España en la que 'cabemos todos', dijo el Rey frente a representantes de todos los poderes del Estado, incluidos los presidentes autonómicos que, con más o menos entusiasmo, aplaudieron las apelaciones a la unidad de Felipe VI y sus palabras de agradecimiento en todos las lenguas cooficiales.

España estrenó rey en un día caluroso y soleado en Madrid, cuyas calles se engalanaron para la ocasión y vieron como la gente se congregaba al paso de la comitiva para saludar a Don Felipe y Doña Letizia, así como frente al Palacio Real, donde se produjo otro estreno: la foto de la nueva Familia Real.

El rey Felipe VI, en su primer discurso ante las Cortes Generales, garantizó que sabrá hacer honor a su juramento a la Constitución y que será un jefe del Estado 'leal y dispuesto a escuchar, a comprender, a advertir y a aconsejar, y también a defender siempre los intereses generales'.

El nuevo monarca español recalcó también que para que la Corona sepa ganarse continuamente el aprecio, el respeto y la confianza de los ciudadanos, y se haga acreedora de 'autoridad moral' debe 'velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente'.

En su discurso expresó su solidaridad con quienes se han visto 'heridos en su dignidad' por la crisis económica y ha subrayado que siente el 'deber moral' de trabajar para revertir esta situación.

El monarca tuvo palabras de recuerdo y homenaje hacia las víctimas del terrorismo, que 'perdieron su vida o sufrieron por defender' la libertad de todos.

Por eso mostró su 'inmenso respeto' por las víctimas de la violencia terrorista y recalcó que 'la victoria del Estado de Derecho, junto a nuestro mayor afecto, será el mejor reconocimiento a la dignidad que merecen'.

'Hoy, más que nunca, los ciudadanos demandan con toda razón que los principios morales y éticos inspiren y la ejemplaridad presida nuestra vida pública. Y el Rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser no solo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de los ciudadanos', dijo ante diputados y senadores y las principales autoridades del Estado.

También proclamó su 'fe en la unidad de España de la que la Corona es símbolo' y puntualizó que esa unidad no es 'uniformidad' y que la engrandece y fortalece y en la que 'cabemos todos'.

'Esa España, unida y diversa, basada en la igualdad de los españoles, en la solidaridad entre sus pueblos y en el respeto a la ley, cabemos todos; caben todos los sentimientos y sensibilidades, caben las distintas formas de sentirse español', dijo Felipe VI.

Para el rey, las diferentes sensibilidades no deben nunca 'enfrentar, dividir o excluir' sino que deben servir para 'comprender y respetar, convivir y compartir'.

Apeló igualmente al acuerdo entre las fuerzas políticas en los asuntos de 'interés general' y llamó a mirar hacia adelante para seguir construyendo 'juntos', la España renovada del futuro. Efe