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El derribo del avión de pasajeros en el este de Ucrania, con sus 298 ocupantes muertos, puede considerarse un crimen de guerra, afirmó la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay.

El derribo del avión de Malaysian Airlines el 17 de julio fue una violación del derecho internacional y, dadas las circunstancias, 'puede ser un crimen de guerra', según Pillay.

'Es imperativa una investigación rápida, completa, efectiva e independiente sobre este hecho', recalcó, coincidiendo con la divulgación del último informe de la misión de observadores enviada por su oficina a Ucrania.

En la presentación de este documento a la prensa, el jefe de la Sección para las Américas, Europa y Asia Central del alto comisionado, Gianni Magazzeni, dijo que 'se necesita establecer los hechos y circunstancias de lo sucedido' en relación con el avión.

De este modo se podrán 'definir las siguiente etapas' y garantizar que 'los responsables sean juzgados', agregó.

Sin embargo, recalcó que el organismo que la comisión de la ONU que dirige Pillay no está directamente involucrada con las investigaciones.

Más sanciones contra Rusia. Los mandatarios de EEUU, Barack Obama, Alemania, Angela Merkel, Francia, François Hollande, Reino Unido, David Cameron, e Italia, Matteo Renzi, subrayaron su voluntad de aplicar nuevas sanciones contra Rusia por su papel en la crisis de Ucrania.

Los mandatarios, mostraron su disposición a mantener nuevos contactos con las autoridades rusas, pero les instaron a adoptar 'un enfoque realmente cooperativo en la gestión de la crisis ucraniana', agregó la Presidencia francesa.

Se quejaron de que pese a 'los numerosos llamamientos dirigidos' al presidente ruso, Vladímir Putin, Rusia 'no ha hecho efectivamente presión sobre los separatistas' para el proceso de negociación. Los mandatarios vigilan 'cualquier apoyo militar que Rusia podría aportar a los separatistas en los combates'.