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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, notificó ayer formalmente al Congreso la campaña de ataques aéreos en Irak en apoyo a las operaciones de las fuerzas de seguridad iraquíes para recuperar de manos de los yihadistas la presa de Mosul considerada estratégica, informó la Casa Blanca.

'Estas operaciones militares serán limitadas en su alcance y duración', según sea necesario para 'retomar y establecer el control' en la zona de la presa, indico Obama en una carta enviada al Congreso.

El mandatario señala que autorizó esta acción militar el pasado 14 de agosto, que están siendo coordinadas con el Gobierno de Irak, para apoyar a las fuerzas iraquíes en la campaña contra el grupo terrorista Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL).

El presidente indica que la caída de la presa de Mosul a manos de los yihadistas puede poner en peligro la vida de un gran número de civiles, amenazar al personal y las instalaciones estadounidenses, incluyendo la embajada de EEUU en Bagdad, e impedir que el Gobierno iraquí proporcione servicios esenciales a la población.

'Esta misión está en consonancia con la directiva del presidente Obama de que los militares estadounidense protejan al personal y las instalaciones estadounidenses en Irak', indicó la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Caitlin Hayden, en un comunicado.

Presa de Mosul

Las fuerzas kurdas, con apoyo aéreo de EEUU, recuperaron ayer el 60% de la estratégica presa de Mosul (norte), controlada por los yihadistas, quienes aún permanecían en el oeste de la presa. También recuperaron las ciudades cristianas de Batnaya y Telesqof en Nínive.