Procedimientos administrativos impidieron que los cuerpos de los colombianos Miriam Martínez y de su hijo Javier Arturo Camelo, de 28 años, pudieran se trasladados desde Túnez, tras ser asesinados en el atentado terrorista del pasado miércoles en el Parlamento y el Museo de Bardo, realizado por el Estado Islámico y que dejó 23 víctimas de distintas nacionalidades.
Pese a que España se había prestado a llevar los cuerpos a Barcelona, no se pudo realizar la operación.
Las dos víctimas colombianas eran esposa e hijo del general (r) José Arturo Camelo, quien de milagro se salvó demorir en el atentado extremista.
El presidente Juan Manuel Santos, por su parte, aseguró ayer desde Valledupar que el domingo llegarán al país los dos cadáveres.
El general y su esposa habían viajado a Túnez para celebrar el grado que había recibido en una universidad de España Javier Arturo.
Mientras que los restos mortales de los dos españoles muertos en el atentado llegaron ayer al aeropuerto de El Prat de Barcelona, donde fueron recibidos por los ministros de Interior, Jorge Fernández Díaz, y de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.
En el avión de la Fuerza Aérea Española, enviado por el Gobierno de Mariano Rajoy, en el que fueron repatriados los cadáveres del matrimonio formado por Antoni Cirera Pérez y Dolors Sánchez Rami, también retornaron Cristina Rubio y Juan Carlos Sánchez, quienes sobrevivieron al ataque tras permanecer ocultos 24 horas en un cuarto de aseo del Museo del Bardo. Agencias.