Los colombianos Héctor Rodríguez y Miguel Camelo, dos de los tres ciudadanos que permanecían aislados en las montañas de Nepal, fueron rescatados y trasladados a Katmandú, informó ayer la Cancillería.
Los dos ciudadanos se encuentran junto al cónsul de Colombia en India, Santiago Arrubla, que se desplazó hasta la capital nepalí para prestar su asistencia y ayuda, informó la Cancillería a través de un comunicado en Twitter.
Hasta las 10:30 de la mañana del jueves 30 de abril se tenía un reporte de 41 solicitudes de búsqueda de connacionales, de los cuales ya 38 están localizados (algunos incluso ya han salido de Nepal); es decir, hay tres personas en proceso de localización por parte de la Cancillería colombiana.
Actualmente el cónsul Santiago Arrubla, además de brindar asistencia a los connacionales que están con él y gestionar la salida de otros que así lo solicitaron, trabaja en la búsqueda de tres connacionales y la evacuación de un colombiano que permanece en la zona montañosa.
Estos colombianos se encontraban en Nepal el pasado sábado, cuando un terremoto de magnitud 7,8 en la escala Richter, con epicentro en Katmandú sacudió el país, con un saldo de por lo menos 5.489 muertos y 10.965 heridos, según las cifras oficiales más recientes.
Rodríguez señaló en declaraciones recogidas por la Cancillería en un comunicado que se encontraba en Nepal de vacaciones, y transitaba por un remoto camino al campamento base del Everest cuando se produjo el terremoto.
Al comenzar el temblor salió del hotel en el que se encontraba junto a un grupo de irlandeses y, según rememoró, solo unos instantes después de salir 'se desplomó, la construcción colapsó'. Por el momento, permanece aislado en una zona montañosa de Nepal un ciudadano colombiano.
Rescatan a un adolescente. Una multitud estalló en vítores cuando un joven de 18 años, identificado como Pemba Tamang, fue rescatado de entre los restos, cubierto de polvo, y trasladado en una camilla. Había estado atrapado entre dos plantas de un edificio de siete pisos que se derrumbó en Katmandú. Rescatistas trabajaron durante horas para liberarlo. El joven parecía aturdido, y parpadeó al verse bajo la luz del sol mientras los operarios se daban prisa para sacarlo del lugar.