Rusia se dispone a celebrar el aniversario 70 de la victoria sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial con el desfile militar más grande de su historia, marcado por el rechazo de los líderes occidentales, que han dado la espalda al Kremlin como castigo por su intervención en Ucrania.
El empedrado de la Plaza Roja acogerá hoy el mayor alarde de potencial militar del planeta, pero los principales dirigentes mundiales, con la excepción de China, lo verán por televisión.
Cada 9 de mayo los rusos celebran el Día de la Victoria, pero este año está marcado por el nuevo antagonismo con Occidente, que ha impuesto sanciones económicas a Rusia por la anexión de Crimea y la injerencia militar de Rusia en la vecina Ucrania.
Lo que debía ser una ceremonia conmemorativa se ha transformado en un acto político al que asistirán sólo los aliados del presidente ruso, Vladímir Putin, mientras el máximo representante occidental será el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Laurent Fabius.
Todos los dirigentes occidentales, desde el estadounidense Barack Obama hasta el francés François Hollande y la alemana Ángela Merkel, han encontrado excusas para no acudir, aunque esta última viajará a Moscú mañana.
Esto contrasta con el 60 aniversario de la victoria en 2005, cuando al desfile acudieron mandatarios como George W. Bush y Jacques Chirac.
'Amenazas nazifascistas'
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que la Historia ha enseñado que se debe luchar por los valores y principios 'con valentía' y consideró que Rusia y Venezuela afrontan actualmente nuevas 'amenazas nazifascistas', como lo fue la Alemania nazi.
Maduro, que llegó ayer a Moscú invitado por su homólogo ruso, Vladímir Putin, dijo que su asistencia a las celebraciones por el 70 aniversario de la victoria aliada en la II Guerra Mundial es 'un compromiso para seguir luchando contra el colonialismo, el imperialismo y toda forma de dominación'.
'Venimos muy emocionados a entregar todo nuestro reconocimiento histórico a la proeza que logró el pueblo ruso, una proeza que todavía no se valora en toda su magnitud', dijo Maduro a los periodistas, tras aterrizar en el aeropuerto moscovita de Vnúkovo.
El mandatario venezolano, que participa con una treintena de dirigentes mundiales en los actos por el 70 aniversario del fin de la guerra, incluido el grandioso desfile de la victoria hoy, rindió homenaje al papel del Ejército Rojo en la derrota de los nazis.
'No es cualquier cosa lo que venimos a conmemorar, a celebrar', subrayó, tras recordar que la URSS perdió a 27 millones de hombres y mujeres y 8,5 millones de soldados en la guerra y que la Historia habría sido muy distinta si los alemanes no se hubieran encontrado con la resistencia del pueblo ruso.
Esta es la segunda visita de Maduro a Moscú en lo que va de año, tras la que realizó en enero pasado con motivo de una gira por países productores de petróleo para tratar de estabilizar el mercado de crudo después de la drástica caída de los precios.
Maduro presenciará hoy el desfile del Día de la Victoria en la Plaza Roja de Moscú, con otros líderes como el presidente de Cuba, Raúl Castro, el chino, Xi Jinping, o los dirigentes de Sudáfrica, Egipto, y Vietnam. Efe