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Más de 130 presuntos criminales de guerra nazis, guardias de las SS y otros que quizá participaron en las atrocidades del Tercer Reich durante la Segunda Guerra Mundial cobraron 20,2 millones de dólares en prestaciones de la Seguridad Social, según un revelador informe del organismo regulador de la Seguridad Social impulsado tras una investigación de Associated Press.

El informe, al que tuvo acceso Associated Press y que está previsto presentar esta semana, empleó datos informatizados y otros registros internos de la agencia para mostrar el número total de supuestos nazis que recibieron prestaciones, así como la cantidad de dólares abonados. La Administración de la Seguridad Social rechazó el año pasado la solicitud de AP para conocer esas cifras.

Las cantidades son muy superiores a lo estimado en un principio. Los pagos se realizaron entre febrero de 1962 y enero de 2015, cuando entró en vigor una nueva ley llamada No a la Seguridad Social para Nazis que puso fin a los pagos de pensiones a cuatro beneficiarios. El informe no incluye los nombres de ninguno de los supuestos nazis que recibieron dinero.

La gran suma de prestaciones y su duración muestran hasta qué punto desconocía el público estadounidense la presencia de nazis en el país, que podrían haber alcanzado las 10.000 personas. Muchos mintieron sobre su pasado para entrar en Estados Unidos e incluso convertirse en ciudadanos estadounidenses. Consiguieron empleos y dijeron poco sobre lo que habían hecho durante la guerra.

Sin embargo, Estados Unidos tardó en reaccionar. Hasta 1979 no se creó una unidad especial para identificar nazis, la Oficina de Investigaciones Especiales, dentro del Departamento de Justicia.

La representante demócrata Carolyn Maloney, de Nueva York, solicitó el informe del inspector general de la Administración de la Seguridad Social tras publicarse la investigación de AP en octubre de 2014. El sábado, la congresista dijo que el informe muestra que 133 nazis supuestos y confirmados trabajaron de forma activa para ocultar su identidad real al gobierno estadounidense y siguieron recibiendo pagos de la Seguridad Social.