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Cuba habilitó redes de wi-fi públicos a lo largo de la principal avenida de La Habana, un primer paso en el compromiso del gobierno de abrir 35 de estos puntos e incrementar las opciones de conectividad en la nación caribeña, que en las últimas décadas quedó atrás en el avance tecnológico.

Muchas personas, sobre todo jóvenes, apuntaban ayer sus laptop, tabletas y móviles hacia transmisores blancos y cuadrados colocados en los techos de los edificios por la empresa estatal de telecomunicaciones Etecsa en las esquinas de la popular Calle 23, en la zona conocida como La Rampa.

La mayoría no desistía de conectarse pese al inclemente calor que apretaba sobre sus cabezas y la incomodidad de estar de pie o sentado en las escalinatas de los edificios públicos.

'Pude entrar en Youtube en varios canales que me gustan y en Yahoo', contó entusiasmado el joven estudiante de electromedicina Ángel Padrón, de 16 años. 'Vine muy temprano y estuve como 40 minutos', agregó.

Padrón vive a pocos metros de la avenida 23 y para él la velocidad de transmisión 'es aceptable'. 'Antes tenía que ir a los hoteles. Es como que me lo pusieron en la sala de mi casa, son alas para volar por internet', dijo.

A mediados de junio un vocero de Etecsa informó en un diario oficial que a partir de julio se abrirían 35 puntos de conexión en todo el país e indicó que los precios de conexión bajarían de 4,50 cuc (igual cifra en dólares) a 2 cuc.

'Puedes comunicarte con todo el mundo, puedes saber lo que pasa en el orbe. Es magnífico, esto lo esperaba todo Cuba', dijo Wilmer Cruz, de 31 años, que fue junto a un amigo a conectarse en la esquina del Hotel Habana Libre.

Para Cruz el precio es 'un poco caro' pero es más accesible para muchos cubanos.

Aunque el salario medio sigue siendo de unos 20 dólares, un buen grupo de personas reciben remesas de sus parientes en el extranjero o ganan bastante más ejerciendo un trabajo independiente como Cruz, que es dueño de una peluquería. AP