El precandidato republicano a la Presidencia de EE.UU. Jeb Bush insistió ayer en que si llega a la Casa Blanca propondrá una vía de legalización para los indocumentados, especialmente para los jóvenes, y se desmarcó de la línea dura radical que abandera el magnate Donald Trump.
'Lo que él (Trump) ha propuesto no es práctico, lo que yo he hecho es un plan (que permitirá) más seguridad en las fronteras y tener una reforma del sistema (migratorio) actual', dijo Bush en un encuentro con estudiantes de la escuela presbiteriana La Progresiva, situada en el corazón de La Pequeña Habana, en Miami (EE.UU.).
Bush, que ha caído significativamente en intención de voto a medida que se ha ido calentando el debate migratorio, con variadas propuestas en contra de los indocumentados, insistió en que tiene 'un plan real que no va a costar cientos de miles de millones de dólares y que no va a romper las comunidades de este país'.
Inmigrantes
De esta forma, el exgobernador de Florida (1999-2007) criticó el plan de Trump de deportar a los cerca de 11 millones de indocumentados que se calcula viven en el país y levantar un muro en la frontera con México, entre otras medidas.
Estas ideas han sido secundadas por otros precandidatos, que intentan tomar la iniciativa con otras polémicas propuestas como seguir a los indocumentados o levantar otro muro con Canadá, la frontera más extensa del mundo.
Bush presentó a inicios de agosto un plan migratorio que pone el énfasis en la seguridad fronteriza y contempla, 'tras un periodo extenso de tiempo', dar un 'estatus legal' a indocumentados, eso sí, tras un 'camino riguroso' que incluya una revisión de antecedentes penales, pagar multas e impuestos.