El padre de un niño sirio de 3 años cuyo cuerpecito exánime recaló en una playa turca y cuya fotografía dio la vuelta al mundo describió cómo naufragó el bote atestado de migrantes en que viajaba rumbo a las costas griegas para darse cuenta de que su esposa y sus dos hijos se habían ahogado.
La imagen del cadáver de Aylan Kurdi puso de manifiesto la situación de una legión de migrantes desesperados que arriesgan sus vidas en un intento por llegar a Europa impulsados por la guerra y las privaciones.
Abdullah Kurdi afirmó ayer que el capitán del bote se alarmó debido al oleaje agitado y se zambulló al mar, dejándolo a él en control de la pequeña embarcación junto con su familia y otros migrantes.
'Empecé a conducir. Las olas eran demasiado grandes y el bote zozobró. Tomé a mi esposa e hijos en los brazos y me di cuenta de que todos estaban muertos', recordó. 'Todo lo que deseo es estar con mis hijos en estos momentos'.
Agregó que la pequeña embarcación, que se dirigía a la isla griega de Kos, estaba sobrecargada con 12 migrantes y el capitán, que dijo era turco. Estuvo en el mar apenas unos cuatro minutos antes de que el capitán abandonara el barco, dijo Kurdi.
Teema Kurdi afirmó que la familia —su hermano Abdullah, la esposa de este, Rehan y los dos varoncitos de la pareja, Aylan de 3 años y Galip de 5— se embarcaron en el peligroso viaje solo después que su solicitud de ingreso a Canadá fue rechazada.
La mujer había solicitado estatus de refugiados para sus familiares residentes de la ciudad siria de Kobani, devastada por batallas entre el grupo extremista Estado Islámico y combatientes curdos, dijo el legislador canadiense Fin Donnelly, quien presentó la solicitud en nombre de la familia.
Las autoridades inmigratorias canadienses rechazaron la solicitud, en parte debido a que la familia carecía de visas de salida de Turquía, dijo la tía al Ottawa Citizen.
El ministro de inmigración canadiense Chris Alexandere suspendió el jueves su campaña reelectoral para viajar a Ottawa y averiguar por qué el gobierno canadiense había rechazado el pedido.
Las mareas también depositaron en las playas los cadáveres de Rehan y Galip el miércoles en la península turca de Bodrum. En total, 12 migrantes se ahogaron cuando naufragaron los dos botes. La agencia estatal turca Anadolu dijo que ocho de los 12 eran niños. Agregó que cuatro supuestos traficantes fueron detenidos el jueves bajo sospecha de haber actuado como intermediarios. AP