Cuba, una isla en el mar Caribe, era desconocida para el resto del mundo a finales de la década del 50. Eso sí, ubicada a 90 millas náuticas de la Florida, era muy conocida para los EE.UU. En dicha década, Cuba constituía el lugar paradisíaco preferido de los estadounidenses, y guarida de los grandes capos de la mafia americana. El movimiento 26 de julio, comandado por el joven abogado Fidel Castro Ruz, llegó a La Habana y se tomó el poder después de algunos años de lucha guerrillera contra la dictadura del general Fulgencio Batista.
Errores políticos de Washington facilitaron que Fidel Castro buscara apoyo internacional, y lo encontró en la Unión Soviética. A partir de ese momento, la lucha entre la primera potencia mundial, EE.UU, y una indefensa isla caribeña, puso a Cuba en los titulares mundiales y llegó a ser conocida y admirada por su actitud desafiante frente al poder del Norte. Se trataba de una especie de batalla que revivía el legendario encuentro entre David y Goliat.
Cuba entró a jugar un papel determinante en la política latinoamericana, apoyando a los grupos guerrilleros que surgieron a lo largo y ancho del continente por los años 60s. También apoyó incondicionalmente a los movimientos anticolonialistas en todo el mundo y específicamente en África. Soldados cubanos lucharon al lado del gobierno de Angola y Etiopía en contra de la contrarrevolución en esos países. Su apoyo incondicional a Nelson Mandela fue muy anterior al brindado por los gobiernos occidentales al líder surafricano.
Esta situación política y su posición beligerante en la palestra mundial hicieron de Cuba un referente para cualquier decisión de política internacional; sobre todo, cuando se trataba de América Latina. Se pudo estar en contra o a favor de este protagonismo cubano, pero ahí estaba.
La nueva mirada del Papa. Un personaje como el Papa Francisco, en medio de su apertura, pareció entenderlo de la mejor manera; así, con sus buenos oficios, ha intentado poner su grano de arena para el restablecimiento de relaciones entre EE.UU y Cuba. Así mismo, de manera indirecta, apoya un cambio pacífico de políticas públicas internas de la Isla que apuntan a una liberación económica que insertarían al país en el mercado mundial, en la globalización.
Para el Vaticano, Cuba es importante; sobre todo, por ser un país católico. Se cree que la Isla cuenta con un 60% de creyentes de la fe católica romana, aunque con un peso importante del sincretismo, combinación del catolicismo con creencias religiosas africanas que conformaron la santería. Esta religión cuenta con cierto apoyo oficial para su existencia. La situación política, económica y social hace que las personas tiendan a refugiarse en la religión y Francisco llega a Cuba a tratar de apoyar esa tendencia para que tome rumbo hacia la iglesia romana y no a otras denominaciones.
¿Colombia: presente? De todos es sabido que en Cuba se llevan a cabo, desde hace casi años, las conversaciones de paz entre el gobierno del Presidente Santos y las guerrillas de las Farc. Por convencimiento, el Papa Francisco siempre estuvo pendiente del desarrollo de estos diálogos y con toda seguridad aprovechará su estancia en la isla caribeña para ponerse al tanto del estado de las conversaciones de paz en Colombia. Francisco también está interesado en dejar plasmada su indeleble huella en el fin de la guerra fratricida en nuestro país.
Controversia
El viaje del Papa Francisco a los Estados Unidos ha generado muchas expectativas. Los grupos ultraconservadores han criticado fuertemente las posiciones del sumo pontífice con relación al capitalismo salvaje, sus llamados a abandonar el consumismo, la idolatría del dinero, la falta de solidaridad, las guerras y, lo más importante, la destrucción de la madre naturaleza. En su periplo por Latinoamérica, hizo un llamado a hacer cambios estructurales en el sistema existente. Para el presentador de noticias de la cadena de televisión estadounidense Fox News, Greg Gutfeld, Francisco es hoy por hoy 'el hombre más peligroso del planeta'. No ha sido del agrado del poderoso lobby petrolero la posición del Papa de sustituir los recursos no renovables por recursos energéticos limpios.
Expectativa
Otro punto importante en los EE.UU es la campaña del precandidato Donald Trump, su posición radical con respecto a los inmigrantes ilegales y la construcción de un muro en toda la frontera con México. En Estados Unidos, por estimaciones oficiales, hay cerca de 11 millones de indocumentados. En su mayoría, profesan la fe católica y están en permanente crecimiento. Las Diócesis Católicas en todo el territorio estadounidense siempre han brindado apoyo de toda índole a los inmigrantes. No cabe duda que el Papa tocará la herida de los conservadores como Trump. Las palabras del Papa Francisco darán mucho de qué hablar.