Un elefante del Parque Nacional Gonarezhou (sur de Zimbabue), que era considerado ‘tesoro nacional’ por ser uno de los animales más grandes de su especie, fue asesinado por un cazador alemán el pasado 8 de octubre en una cacería considerada legal, lo cual ha revivido la polémica al sumarse este hecho con la muerte del león Cecil a manos de un dentista estadounidense hace tres meses.
El elefante, de entre 40 y 60 años, fue cazado por un alemán que estaba de safari, informaron los conservacionistas de la reserva, en el sureste del país y muy próximo a Sudáfrica. Según The Telegraph, el cazador habría pagado 60.000 dólares por el permiso.
'Los colmillos del elefante eran tan grandes, con un peso de 122 libras (55 kilogramos), que le arrastraban por el suelo cuando caminaba', dijo un miembro del Grupo de Trabajo de Conservación de Zimbabue, Johnny Rodrigues.
El animal murió en un terreno cercano de caza Malapati, lo que significa que su caza era legal al estar por fuera del territorio del parque nacional.
Según explicó Rodrigues. 'No sabemos si el elefante vivía en el Parque Nacional Kruger (Sudáfrica) o en Zimbabue, pero podemos asegurar que el animal estaba en la zona de safari cuando fue abatido'.
Polémica por la cacería legal
El 1 de julio de 2015 el mundo se enteraría de la muerte del león Cecil, quien fue cazado por Walter Palmer, cerca del parque nacional de Hwange, en el oeste de Zimbabue, país que renunció a procesar judicialmente a este estadounidense puesto que 'sus papeles estaban en regla' e ignoraba que cometía una infracción.
La muerte del león abrió un debate sobre la caza legal en los diferentes países africanos, llevando al gobierno de Zimbabue a prohibirla en algunas zonas específicas.
Lo preocupante del caso de Cecil es que de su especie solo quedan 30 mil ejemplares, los cuales se ven amenazados por la caza furtiva. También está la inquietud por la muerte de 40 elefantes en las últimas tres semanas, los cuales han sido intoxicados con cianuro en los alrededores del Hwange y el lago Kariba.