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El primer ministro británico, David Cameron, dijo ayer que es 'probable' que el avión ruso que se estrelló el sábado en la península del Sinaí, tras despegar de la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, fuese derribado por una bomba.

En una declaración en la residencia oficial de Downing Street, Cameron afirmó que no hay 'certeza' de que haya sido un artefacto explosivo, pero parece cada vez 'más probable' que lo fuera.

El jefe del Gobierno, que ayer se reunió con el presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi, consideró vital garantizar la seguridad de los ciudadanos británicos que están varados en la ciudad egipcia.

Se estima que unos 20.000 nacionales del Reino Unido están en Sharm el Sheij a la espera de ser repatriados, después de que el Gobierno británico decidiera el miércoles suspender los vuelos porque la información de inteligencia apunta a que el avión, que volaba hacia San Petersburgo, fue derribado por un artefacto explosivo.

El primer ministro expresó su solidaridad con las autoridades egipcias y admitió que entendía el malestar que la decisión pudiera causar pues afecta a la industria turística de Egipto, pero recalcó que 'la seguridad de los británicos tiene prioridad'.

Cameron hizo estas afirmaciones después de presidir una reunión del comité de emergencia Cobra, formado por los principales ministros del Gobierno, para evaluar la situación y decidir la forma en que se repatriará a los nacionales británicos.