Texas. Mientras los residentes del norte de Texas analizaban el lunes la destrucción de los mortíferos tornados del fin de semana, el sistema de tormentas que desencadenó los meteoros trasladaba un tiempo invernal al centro-norte de Estados Unidos y agravaba las inundaciones, a las que ya se atribuían más de una decena de muertes.
Al menos 11 personas murieron y decenas resultaron heridas al paso de los tornados en la zona de Dallas, donde causaron daños considerables. Las tormentas e inundaciones en Missouri e Illinois se sumaban a una serie de efectos del mal tiempo en todo el país, que provocaron al menos 43 muertes en menos de una semana.