El fiscal Alberto Nisman fue recordado ayer a un año de su muerte sin que se sepa aún si el investigador, que fue artífice de un terremoto político durante el último año de gobierno de la presidenta Cristina Fernández, fue asesinado o se suicidó.
Nisman fue homenajeado por organizaciones de la comunidad judía en una plaza de Buenos Aires y en otras del país.
Un año atrás el investigador del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina en Buenos Aires en 1994 fue encontrado muerto con un disparo en la cabeza en su departamento de Buenos Aires, horas antes de presentarse ante el Congreso para fundamentar la denuncia que había presentado cuatro días antes contra Fernández por el supuesto encubrimiento de ex funcionarios y ex diplomáticos iraníes imputados por ese ataque.
La acusación contra la mandataria (2007-2015) terminó siendo desestimada en distintas instancias judiciales. La muerte de Nisman generó un gran impacto en la sociedad y recrudeció el enfrentamiento entre Fernández y la oposición, que acusó al Gobierno de haber abandonado a su suerte al fiscal.