'Mira a Leo', le dice Lilian Tintori a uno de sus guardaespaldas cuando ve la imagen de su esposo, Leopoldo López, en una de las paredes de la urbanización Las Mercedes, en Caracas. Inconscientemente levanta su mano derecha y la apoya sobre el vidrio del coche en el que viajamos. Sonríe. No le despega la mirada hasta que lo pierde de vista.
Son las seis de la tarde del martes. Tintori está cansada. Viene del aeropuerto de Maiquetía. Allí pasó la tarde para recibir a las personalidades que viajaron a Venezuela con motivo del segundo aniversario del encarcelamiento de López de parte del gobierno de Nicolás Maduro.
'El que se cansa, pierde', reafirma, y se reincorpora a la conversación que sostiene con EL HERALDO en la vía hacia el próximo punto de su apretada agenda. Antes de que se termine el día deberá asistir a otro compromiso.
'Leopoldo cumple dos años y eso realmente nos mueve el alma. Tenemos dos años separados, con Leopoldo preso, torturado, injustamente pagando algo que él no hizo. Él nunca ha debido estar preso. Leopoldo es inocente', sostiene. Sabe, sin embargo, que no está sola en su angustia. 'Hoy hay casi 100 presos políticos en Venezuela, de los cuales 23 están en graves condiciones de salud (…) Todos los días pienso en ellos y respaldo a sus familias, que son víctimas de este sistema; les doy mucha fuerza y represento su voz', asegura, al tiempo que condena las declaraciones que hizo el diputado Diosdado Cabello, en la Asamblea Nacional, durante la discusión de la Ley de Amnistía.
Con su primera aprobación, esta semana, los presos políticos venezolanos están un paso más cerca de la anhelada libertad. 'Habló de que la gente está pagando para entrar a la ley. Eso me parece una falta de respeto. Primero, hacia los familiares de los presos políticos y exiliados; y segundo muchos de los que están presos son personas que no tienen recursos y que han tenido que buscar la forma de mantener a sus presos dentro de la cárcel, ayudándose con las ONG y ayudándonos entre todos', aclara.
DIOSDADO ES EL MAL
Tintori, empero, asegura que no le sorprende el comentario de Cabello, a quien considera 'la persona más inhumana y cruel'. 'Yo conocí el mal el día que conocí a Diosdado Cabello', asevera.
El encuentro fue dos años atrás cuando él allanó su casa con la intención de convencer a Leopoldo López de que se fuera del país. Lilian aún conserva los mensajes de texto en los que Cabello, durante tres días, le exige que persuada a su esposo de irse. 'Me dijo: ‘Leopoldo es inocente, pero me lo tengo que llevar porque tenemos que calmar la calle y ningún político controla la calle. El único político que siguen hoy en Venezuela es a Leopoldo. Por eso me lo tengo que llevar preso’. Textual. Y se lo llevó preso, y han pasado dos años', recuerda.
MAMÁ, PAPÁ… Y ACTIVISTA
En casa están Manuela, de seis años, y Leopoldo, de tres. Se irán a dormir sin su papá ni su mamá. Pero al menos esta noche, a ella, la esperan. Al llegar, se meterá en sus camas, les dará un beso en la frente y ambos sonreirán mientras duermen. Ella no podrá descansar las ocho horas que necesita para recuperarse. No esta semana.
'A mí me ha tocado criarlos, ser mamá y papá. Estar encima de ellos, de la casa; y, al mismo tiempo, de la defensa de los Derechos Humanos y de los presos políticos en Venezuela. Y me ha tocado hacer una gira internacional de dos años muy continua, con mucha constancia, con una agenda clara. Esa es mi misión: yo no voy a descansar hasta liberar a todos los presos políticos', puntualiza.
Siente que Dios la preparó para eso. Proviene de una familia de seis hermanos, con los que recorrió el país de punta a punta; ese que hoy, por trabajo, vuelve a recorrer.
RESISTENCIA Y FE
Tintori participó en un reality show en el que debía sobrevivir en una isla desierta, alimentándose de los animales que cazaba. De ahí, dice, adquirió resistencia mental y física. La disciplina, acota, se la dio otra de sus pasiones, que aún se maneja para cumplir a diario: las maratones. El trabajo de años en radio y televisión la ayuda a transmitir su mensaje; y sus estudios de coaching internacional, a hacerlo exitosamente.
'Rezo y le doy gracias a Dios por tener salud, por poder resistir y por poder ser una mamá de la que sus hijos van a estar orgullosos. Eso es lo que yo espero en el futuro: que mis hijos estén orgullosos de su papá, por el sacrificio que hizo, y orgullosos de su mamá, por cómo luchó para sacar a su papá de la cárcel', dice.
Ella niega tener intenciones de desempeñar un cargo público e insiste en que el político es López y que ella es activista de Derechos Humanos: 'Yo lo que quiero es tener a Leopoldo a mi lado, libre. Siempre voy a estar al lado de él'.
Con todo, considera que el sacrificio ha valido la pena. 'Es un hombre que hoy asume su responsabilidad de la visión política que tuvo, una visión política que es la salida constitucional, que hoy la comparte toda la Unidad y todos los líderes de la Unidad, después de dos años. Se siente orgulloso de sus hermanos de la Unidad y orgulloso del pueblo de Venezuela porque despertaron'.
SORPRESAS EN RAMO VERDE
'A mí me están acosando directamente. Me siguen carros sin placa', denuncia Lilian Tintori en su diálogo con EL HERALDO. Una semana atrás –cuenta– enviaron un dron a su casa 'para grabar audio y video'. El pasado domingo, sin embargo, capturaron imágenes de una azotea vacía, en la que este Día de los Enamorados, por tercer año consecutivo, faltó la tradicional mesita de vidrio con las sillas de hierro, las flores y las velas, y por supuesto el fondue.
Y es que Tintori estuvo con su esposo en una pequeña celda conyugal, en Ramo Verde, 'llena de cucarachas, con un colchón sucio, sin sábanas'. 'Ahí nos encierran y el militar se queda en la puerta silbando. Es un lugar donde que está preparado con máquinas de grabar audio y video. Todas las semanas nos presentan algo nuevo de tortura psicológica, de acoso', asegura.
UN HOMBRE MÁS REFLEXIVO
El deporte unió –y aún une– a Tintori y a López. En la cárcel militar de Ramo Verde la pareja hace competencias saltando la cuerda. López gana y Tintori dice que es porque él tiene más tiempo para entrenar, aunque no en lo que le gusta que es escalar montañas y nadar. 'Él ha asumido su encarcelamiento dignamente. Ha leído muchísimo, ha aprendido a pintar, a tocar el cuatro, a cantar. Ha aprendido a rezar (…) Es un hombre más reflexivo, más maduro y su visión de la mejor Venezuela está lista para compartirla con todos los venezolanos', asegura su mujer.