La Habana. Dejando atrás sus profundas diferencias, el presidente estadounidense Barack Obama y el cubano Raúl Castro se reunieron en el Palacio de la Revolución de La Habana para un encuentro histórico, ofreciendo pistas importantes sobre si el drástico cambio de Obama en su política se verá correspondido.
Castro recibió hoy a su homólogo estadounidense en el Palacio de la Revolución de La Habana, donde sostienen un encuentro bilateral, el tercero desde que se anunció el deshielo entre ambos países y el primero que se celebra en la isla.
Dentro de la sede del Gobierno cubano, Raúl Castro saludó a Obama con un apretón de manos y posaron sonrientes ante las cámaras.
Antes del encuentro, Obama cumplió con una protocolaria ceremonia de la ofrenda floral ante el monumento del héroe nacional cubano y prócer independentista José Martí, en la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana.
Antes de depositar la corona de flores a los pies de la escultura de mármol, se vio ondear la bandera y se escuchó el himno de Estados Unidos en la Plaza de la Revolución, donde se pudo ver a Obama con la icónica efigie del revolucionario Ernesto 'Che' Guevara de fondo.
Para Obama, no hay mejor lugar que La Habana para mostrar que la implicación puede hacer más que el aislamiento para conseguir cambios tangibles en la pequeña nación comunista. Pero para los cubanos, la cuestión clave es si su propio gobierno está dispuesto a demostrar que la ambiciosa apertura diplomática es algo más que palabras.
Obama inició el domingo la primera visita presidencial estadounidense a Cuba en casi 90 años cuando el Air Force One aterrizó en La Habana. Paseando por las grandes plazas de adoquines de La Habana Vieja con su esposa, Michelle, y sus hijas Sasha y Malia, Obama creó una imagen imborrable para cubanos y estadounidenses en el acercamiento que él y Castro buscaron con prudencia pero persistencia.
¿Qué pasará en la reunión?
Según la agenda, Raúl Castro y Barack Obama se reunirán solos durante una hora y media y después se ampliará el encuentro a las delegaciones gubernamentales de Cuba y Estados Unidos.
Es previsible que en esa reunión bilateral ampliada participen, por parte de EE.UU., el secretario de Estado, John Kerry, la de Comercio, Penny Pritzker, y el de Agricultura, Tom Vilsack, y el encargado de negocios de EE.UU. en la isla, Jeffrey DeLaurentis.
Por la parte cubana, asistieron al recibimiento de Obama el primer vicepresidente de la isla, Miguel Díaz-Canel; el canciller Bruno Rodríguez; el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca; y la directora para América del Norte del Ministerio de Exteriores, Josefina Vidal, quien ha liderado en el último año las negociaciones para normalizar relaciones.
Al finalizar esos encuentros, está programado que los dos presidentes ofrezcan una declaración ante los medios de comunicación.
Obama regresará por la noche al Palacio de la Revolución, donde Raúl Castro le brindará una cena de Estado en su honor.
¿Qué dicen los cubanos sobre el encuentro?
Habitantes de La Habana esperan que el encuentro entre los presidentes Barack Obama y Raúl Castro promueva cambios que mejoren la vida de los cubanos de forma concreta.
Justo antes de que se lleve a cabo la reunión, Marta Rodríguez espera el autobús para ir a trabajar: 'Lo que yo espero es que haya un acuerdo, que haya una mejoría para nosotros', dice.
Roberto Hernández, constructor de 52 años, opina que algunas cosas han cambiado entre La Habana y Washington, pero agregó que no ve 'un cambio total como la gente esperaba. No se nota todavía. Quisiera ver el cambio... que el cubano tenga la libertad de ir al país que le dé la gana'.
Sobre el bloqueo, Hernández dice que si lo quitan 'sí puede haber muchos cambios en Cuba'.