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BRUSELAS, Bélgica. Los belgas iniciaron ayer tres días de luto por las víctimas del aeropuerto y el metro de Bruselas, y el país continuaba en alerta mientras las autoridades buscaban a un sospechoso visto en un video de vigilancia con otros dos que se inmolaron.

Varias personas al parecer vinculadas con los ataques estaban prófugas y el nivel de alerta en el país permanecía al máximo, lo cual significa que existe la amenaza inminente de otro ataque, dijo Paul Van Tigchelt, director de la comisión antiterrorismo de Bélgica.

El fiscal federal belga Frederic Van Leeuw identificó a dos de los atacantes como hermanos: Ibrahim El Bakraoui, uno de los que se inmoló en el aeropuerto, y Khalid El Bakraoui, que atacó el tren subterráneo.

Ibrahim El Bakraoui había sido capturado en junio en la frontera sirio-turca y deportado al mes siguiente a Holanda, dijo un funcionario de la oficina presidencial turca. Turquía dijo que advirtió a Bélgica y Holanda que era un 'combatiente terrorista extranjero'.

El funcionario, que habló bajo la condición de no ser identificado por no estar autorizado a informar a la prensa, dijo que las autoridades holandesas lo dejaron en libertad porque los belgas no pudieron demostrar que tenía lazos con el terrorismo.

Los detectives allanaron el vecindario de Schaerbeek, en Bruselas, y hallaron una computadora en un recipiente de basura callejero, con una carta escrita por Ibrahim El Bakraoui diciendo que se sentía inseguro y que temía ser encarcelado.

En un allanamiento de un apartamento donde los hermanos se habían quedado, la policía halló también 15 kilos de explosivos TATP, clavos y materiales para la fabricación de bombas, dijo el fiscal.

Sin embargo, a última hora de la tarde el diario De Standaard y la cadena de televisión pública RTBF revelaron que ese segundo terrorista suicida del aeropuerto de Zaventem es Najib Laachraoui, sospechoso de estar directamente vinculado con la organización de los ataques yihadistas de París.

Laachraoui, de 24 años y nacionalidad belga, según el servicio antiterrorista francés, formó parte de la red que llevó a cabo los atentados que se produjeron en París el pasado 13 de noviembre, y que mataron a 130 personas. Su ADN se encontró en el material explosivo utilizado en la capital francesa. Dos de los hombres eran atacantes suicidas; el otro es un hombre en un abrigo color claro y sombrero negro que huyó antes del estallido de los artefactos, dejando atrás un bolso lleno de explosivos. Ese bolso luego estalló, sin lastimar a nadie.

La capital de la UE se despertó blindada después de que 34 personas murieran y otras 200 resultaran heridas en los ataques del martes. El grupo Estado Islámico, que estuvo detrás de los atentados que dejaron 130 muertos en la capital francesa hace 4 meses, reivindicó las bombas de Bruselas, que dejaron al descubierto la vulnerabilidad de Europa ante una milicia que intenta propagar la violencia más allá de sus bases en Oriente Medio.