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El ministro del Interior de Bélgica dijo que el gobierno belga ha invertido 600 millones de euros (670 millones de dólares) para mejorar los servicios de seguridad del país en los últimos dos años, pero reconoció que décadas de negligencia causaron deficiencias que han impedido una respuesta eficaz al extremismo violento.

El ministro Jan Jambon dijo que se cometieron errores antes de los ataques terroristas de Bruselas del 22 de marzo, en que 31 personas murieron y 270 resultaron heridas, pero aclaró que las inversiones nuevas necesitan tiempo para que den frutos. Explicó que la contratación de especialistas antiterroristas y la compra de equipo especializado no sucederán en semanas o meses.

'No es cierto que cuando uno invierte dinero ahora, ya mañana los resultados se ven', expresó el ministro.

Registros con incidente ultra. Trece registros y nueve detenciones se produjeron ayer en Bélgica cinco días después de los atentados de Bruselas, donde un homenaje a las víctimas en la plaza de la Bolsa se vio perturbado por la irrupción de un grupo de ultras.

La Fiscalía federal belga informó de que se produjeron trece registros en dos ciudades de la provincia flamenca de Amberes y en Bruselas durante la mañana del domingo dentro de una operación de lucha antiterrorista, aunque no precisó si estaban vinculados directamente con los atentados del martes, que causaron 31 muertos.

Los registros se produjeron en las ciudades de Malinas (4) y Duffel (1) -ambas en Amberes-, así como en Bruselas centro (3) y en los distritos bruselenses de Molenbeek (1), Anderlecht (1) y Laeken (3).

En un primer momento se detuvo a nueve personas pero tras un primer interrogatorio se decidió liberar a cinco de ellas, mientras las otras cuatro están a la espera de que un juez de instrucción decida si permanecen detenidas de forma preventiva.

'No podemos comunicar nada por el momento en relación a los resultados de los registros', se limitó a señalar la Fiscalía.

Disturbio en plaza de Bruselas. La policía anti motines de Bélgica se enfrentó ayer con cientos de partidarios de extrema derecha durante una manifestación realizada en la plaza que ha sido utilizada para rendir tributo a las víctimas de los atentados suicidas en Bruselas. La policía utilizó un cañón de agua una vez que surgieron enfrentamientos frente a la Casa de Bolsa, sitio que se ha convertido en un símbolo de solidaridad con las víctimas que fallecieron en los ataques del martes. Hombres vestidos de negro portaron una pancarta ofensiva e irrumpieron en el lugar con gritos Nazis. Diez personas fueron arrestadas y dos policías resultaron heridos.

'Tuvimos a 340 hooligans de diferentes equipos de fútbol que llegaron a Bruselas y sabíamos que iban a causar problemas', dijo el comisionado de la policía, Christian De Coninck. 'Fue una operación policiaca complicada porque había muchas familias y niños en el lugar'. El alcalde de Bruselas, Yvan Mayeur, expresó su disgusto en un momento en el que el país aún está en duelo por los atentados suicidas en el metro y el aeropuerto de la capital.