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El presidente de Francia, François Hollande, decidió abandonar un proyecto de ley que habría retirado la ciudadanía a terroristas condenados y endurecido el estado de emergencia en el país.

El mandatario presentó las dos iniciativas días después de los ataques extremistas del 13 de noviembre que dejaron 130 muertos en París.

La propuesta para revocar la ciudadanía de terroristas condenados con doble nacionalidad había provocado una acalorada discusión política en el país, con la ultraderecha aplaudiendo la iniciativa mientras que en la izquierda algunas voces expresaron su indignación por lo que calificaron de medida divisiva.

Los críticos con la iniciativa alegaban que crearía dos clases de ciudadanos — los que tienen dos nacionalidades, que podrían perder la gala, y los que son solo franceses, a quien no se les aplicaría esta norma — en contra del principio de igualdad recogido en la constitución francesa.