Miles de estudiantes y trabajadores protestaron ayer en las calles de Francia, y se produjeron algunos incidentes violentos, contra una reforma del gobierno que relaja la semana laboral de 35 horas y modifica otras leyes al respecto. Unas 28.000 personas marcharon en las calles de la capital parisina, de acuerdo con la policía.
Organizaciones estudiantiles y siete sindicatos se sumaron a la convocatoria en todo el país para rechazar la ley del gobierno socialista, que según afirman dañará gravemente las peleadas protecciones de los trabajadores.
'Es impactante que un gobierno socialista introdujera esta ley', dijo Zoe Farre, de 23 años, durante una reunión pacífica en el centro de París.
El gobierno y las empresas dicen que las reformas ayudarán a la economía y reducirá el empleo, que es de 10%, facilitando que las empresas contraten -y despidan- trabajadores.
Algunas decenas de personas, en su mayoría encapuchadas o enmascaradas, reventaron una manifestación pacífica de estudiantes en el este de París, lanzando bombas de pintura a bancos y comercios.