El mercado negro del arte ha encontrado un filtro de luz en las nuevas publicaciones sobre los Papeles de Panamá. Además de la vinculación de las familias de marchantes y empresarios con las sociedades opacas, algunos casos afectan a juicios en marcha por la propiedad de obras desaparecidas y giran en torno a cuadros de artistas de la talla de Van Gogh, Picasso, Rembrandt y Modigliani.
Por ejemplo, la nueva filtración del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), en colaboración con el diario alemán Süddeutsche Zeitung, desvela datos sobre el posible paradero de la obra desaparecida de Amadeo Modigliani Hombre sentado con un bastón.
Según ha revelado esta mañana el Confidencial, la pintura del artista italiano, valorada en unos 25 millones de dólares, se encontraría en manos de la familia Nahmad, una de las más influyentes en el mundo del arte. La acusación partió del legítimo propietario del cuadro, que lleva décadas desaparecido después de que los nazis se lo confiscaran a un familiar judío.
Las sospechas alentaron una investigación privada que desveló que la familia de coleccionistas -originaria de Siria y Líbano- obtuvo la obra en una subasta en 1996. Fue entonces cuando el heredero del judío presentó una demanda que todavía mantiene a ambas partes enfrentadas. En los juzgados, la familia Nahmad siempre ha sostenido que no conocen el paradero del Modigliani, pero los papeles de Panamá revelan que su compañía 'offshore' International Art Center sí posee la obra de arte.
Según los documentos de Mossack Fonseca, David Nahmad, la cara más reconocida de la familia, es el propietario único de la empresa desde 2014. A través de esta compañía, los Nahmad se autocomprarían y venderían las obras, en un intento de justificar sus grandes desembolsos dentro de un mercado en el que controlan las salidas y entradas de las joyas artísticas.
El caso de los Nahmad es el más significativo, pero representa solo un ejemplo de los múltiples vínculos entre el mercado del arte y el bufete Mossack Fonseca. Los documentos demuestran, según el ICIJ, que es una 'industria poco regulada donde el anonimato se usa a menudo para proteger todo tipo de comportamientos cuestionables'.
Además de los Nahmad, entre los papeles también aparecen los nombres de la familia griega Goulandris, que se encuentra en el centro de una batalla legal sobre el paradero de 83 obras de arte desaparecidas ( Van Goghs, Matisse y Picassos incluidos). 'Hablamos de pinturas por valor de 3.000 millones de dólares, es la colección de arte perdido más valiosa de la historia', explicó el dueño de una galería en Nueva York a el Confidencial.
La familia Thyssen y la heredera de Picasso
En el ámbito nacional, el bufete panameño ha señalado a la familia Thyssen-Bornemisza y a la nieta del pintor malagueño Pablo Picasso, Marina Ruíz Picasso. La colección privada de la familia de origen alemán constituye una de las más nutridas del país y conforma el núcleo del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. El ICIJ dijo haber contactado con un abogado de la familia que confirmó la propiedad de una empresa opaca, pero que aseguró que las autoridades fiscales españolas 'tienen pleno conocimiento de ella'.
Por su parte, la heredera de Picasso tenía propiedades en tres sociedades offshore y era accionista en otra. Marina es conocida en el mundo del arte por convocar apetecibles subastas con parte de la obra de su abuelo. Sin ir más lejos, el pasado 5 de febrero la sala Sotheby’s celebró en Londres una puja especial, Picasso en privado, con dibujos, cerámicas y esculturas de terracota del artista español que permanecieron en el estudio del artista durante toda su vida.
*Servicio informativo Diario.es