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El devastador sismo ocurrido en Ecuador hace más de una semana ha dejado al menos 655 fallecidos y 29.067 afectados, informó ayer la Secretaría de Gestión de Riesgos.

El organismo estatal destacó en un comunicado que hay 4.605 heridos y 48 desaparecidos y que 113 personas fueron rescatadas con vida de entre los escombros.

Un potente terremoto de 7,8 grados de magnitud registrado el 16 de abril impactó con fuerza la costa central de Ecuador y causó severos daños en ciudades como Pedernales, Portoviejo y Manta, en la primera de las cuales causó la destrucción de cerca de 80% de los edificios.

El Instituto Geofísico indicó que hasta la noche del domingo ha contabilizado 849 réplicas de diversa magnitud, algunas superiores a los 6 grados.

Las víctimas

La cantidad de fallecidos superó a las víctimas del temblor de 2007 en Perú, lo que lo convierte en el más letal en América del Sur desde el de 1999 en Colombia, en el que perdieron la vida más de 1.000 personas.

Un primer avión con 103 toneladas cúbicas con suministros de UNICEF, llegó a Quito, con el propósito de prestar ayuda a unos 250.000 niños afectados.

'Necesitamos que estos suministros lleguen a los niños lo antes posible... entre más tiempo pasen los niños sin techo y cobijo, agua segura y protección integral, mayores riesgos tienen para su bienestar y salud', dijo el representante de Unicef en Ecuador, Grant Leaity.

El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas anunció ayer el inicio de un plan de emergencia.

El director regional para América Latina y el Caribe del Programa, Miguel Barreto, dijo que está previsto 'ampliar su operación para asistir a un cuarto de millón de personas afectadas por este desastre en estrecha coordinación con el gobierno'.

Maquinaria pesada cumple tareas de remoción de escombros en las zonas afectadas, mientras en las noches se patrullan las zonas de desastre en Manta en busca de eventuales sobrevivientes aunque las tareas de rescate oficialmente fueron suspendidas el sábado.

Los esfuerzos del gobierno se centran en ayudar a los afectados, muchos de ellos sin nada más que la ropa que llevaban al momento de la tragedia, que se estima, preliminarmente, que los daños sean de 3.000 millones de dólares.