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La Antártida es un inmenso continente que cobija el Tratado Antártico, al sur del paralelo de los 60°, y cubre una inmensa área del planeta, (34 millones de kilómetros cuadrados) cuya superficie, el 40%, es continente helado; y el 60%, océanos en verano. En invierno, 32 millones de kilómetros cuadrados; es decir, el 94% de dicha área permanece congelado.

Inicialmente, tuvo un impacto sobre las diversas reclamaciones de soberanía que enfrentaron las potencias con el propósito de asegurarse los recursos naturales existentes en el mismo. Sin embargo, en 1772 el Capitán Cook cruzó el círculo polar en dos oportunidades; luego, el inglés Edward Bransfield, el norteamericano Nathaniel Palmer y el ruso Bellingshausen descubrieron este continente en 1820.

A lo anterior hay que sumar la presencia del francés Dumon d’Urville, quien descubrió un territorio que bautizó 'Tierra Adelia'. Más tarde, se multiplicaron las expediciones y la más importante para destacar fue la de Amundsen, que fue el primero en llegar al Polo Sur en 1911 abriendo así las reclamaciones formales de soberanía por parte del gobierno británico en 1908 y 1930. Argentina lo haría en 1930. Noruega en 1937, y Chile en 1940.

Más allá de la guerra. Tal circunstancia logró acelerarse una vez concluyó la II Guerra Mundial y luego de inaugurarse, casi de forma inmediata, la Guerra Fría. En otro sentido, una forma para frenar que dicho territorio fuera un objeto activo en dicha guerra, según algunos estudiosos, fue la convocatoria por parte de Estados Unidos a una reunión diplomática en Washington en 1959; pero, en realidad, ya este continente había sido incluido en la Guerra Fría, pues, el 2 de septiembre de 1947, dentro del marco del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, el cuadrante americano de la Antártida se incorporó como zona de seguridad evitando cualquier pretensión de la Unión Soviética.

Hay que destacar la convocatoria entre 1957 y 1958 del Año Geofísico Internacional que estimuló al sector científico. Más de 30.000 investigadores y muchos países aprovecharon dicho año para realizar investigaciones en diferentes lugares del globo terráqueo; pero, especialmente la exploración científica a la Antártida que, como resultado de la misma, conllevó a la convocatoria de la reunión antes señalada donde se logró la firma del Tratado Antártico de 1959, la cual marcó el hito de la creación del sistema antártico, tal como lo conocemos actualmente.

Este tratado tiene elementos sui géneris que empezaron a dar pautas para futuros tratados internacionales, pues al comienzo se pudo interpretar que estuvo al margen de las Naciones Unidas al tener un tratamiento especial ya que solo lo firmaron 12 países, los cuales se denominan 'poseedores'. Entre esos están Argentina, Australia, Chile, Francia, Noruega, Nueva Zelanda y el Reino Unido y, adicionalmente, 5 países interesados o 'no poseedores' entre los que se incluyen Suráfrica, Bélgica, Estados Unidos, Japón y la Unión Soviética.

Aportes de la firma. Indiscutiblemente, el principal aporte de la firma de este tratado es que ambos grupos de países tuvieron que congelar de inmediato sus reclamaciones de soberanía aunque mantienen sus aspiraciones evitando de esta manera un conflicto abierto.

El segundo aporte fue impulsar la investigación científica. Sus resultados debieron ser públicos, agregando disposiciones encaminadas a desmilitarizar la Antártida, a tal punto que se prohíbieron las explosiones nucleares y la eliminación de residuos radioactivos en la zona, apartando dicho continente de todo forcejeo e intento de concebirlo como punto de partida para bases militares de una futura guerra.

Avances de las potencias

El escritor Ricardo Riasco, en su obra 'La Antártida: algunas consideraciones geopolíticas', sostiene: 'sin duda alguna la característica de geografía física le otorga a la Antártida un significado geoestratégico de insospechadas proporciones y proyecciones, en un momento en que los avances tecnológicos y científicos de las potencias mundiales le asignan un creciente valor estratégico al espacio cósmico en sus programas de defensa estratégica'.

El tratado

Otro avance del sistema antártico fue la creación de la Secretaría permanente del Tratado Antártico que inició sus actividades el 1 de septiembre de 2004 en Argentina. Esto sirvió como centro de acopio y distribución de información de los progresos alcanzados por parte de los países que tienen bases de investigación. Así, permitirán no solamente estudiar los recursos sino regular y analizar los beneficios ambientales y económicos. El globo terráqueo se enfrenta a un constante calentamiento global, y todo el sistema antártico, en cierta forma, empieza a jugar un nuevo papel en el equilibrio del ecosistema general. Las miradas se dirigen al único continente que posee altas concentraciones de agua potable, que es el Antártico, el cual está dentro del sistema internacional que lo regula en dicho tratado.