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La oposición venezolana consiguió ayer movilizar a decenas de miles de venezolanos en la denominada 'Toma de Caracas' en demanda de la celebración este año de un referendo revocatorio del presidente del país, Nicolás Maduro, quien congregó también a miles de sus partidarios en otra zona de la capital.

Desde tempranas horas, miles de simpatizantes de la oposición salieron a las calles del este de la capital desde tres diferentes puntos de concentración para expresar su apoyo a la realización este año del referendo revocatorio.

Como lo esperaba la oposición, miles de personas con camisetas blancas, gorras tricolor y banderas venezolanas se dieron cita en los diferentes puntos de encuentro, al tiempo que alzaron su voz al grito de '¡y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer!'. A pesar de que la Policía en algunos sectores impidió la llegada de los manifestantes atacándolos con gases lacrimógenos y balas de goma.

'Somos 30 millones de motivos para revocarlo', rezaba uno de los carteles de los manifestantes, que provenían de diferentes partes del país y que debieron, en algunos casos, abandonar sus vehículos debido a los puestos de control instalados por las fuerzas de seguridad, y sortear el trayecto caminando.

Según dio a conocer el Secretario de la Mesa de Unidad Democrática, Jesús Torrealba, además del 'gran cacerolazo' -previsto para anoche- para 'celebrar el éxito' de la movilización se tomarán las calles el 7 de septiembre pero esta vez los puntos de concentración serán las oficinas del Consejo Nacional Electoral con el fin de obtener una fecha clara para la recolección de las firmas para el referendo.

Asimismo, el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, afirmó que la 'Toma de Caracas' fue la movilización más grande de la historia de Venezuela y resaltó que, a pesar de las trabas de la Guardia Nacional y la Policia, los manifestantes lograron llegar a los puntos de concentración previstos.

Por su parte, empleados públicos y adeptos del gobierno expresaron su respaldo al presidente Maduro en una concentración que tuvo lugar en la avenida Bolívar, una de las principales arterias de Caracas, y en la que Maduro manifestó que habían derrotado una intentona golpista.

Si el referendo no se lleva a cabo antes del 10 de enero de 2017 deberá cumplirse el tiempo de mandato que le resta a Maduro, tomando su lugar un vicepresidente chavista. Si el revocatorio se organiza antes y la oposición supera los votos obtenidos por Maduro en 2013, se tendría que realizar otra elección presidencial.

Mientras que el relator para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Edison Lanza, denunció restricciones del Gobierno venezolano al derecho de protesta y al derecho de la prensa a informar, ante la marcha opositora de ayer en este país suramericano.