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Luego de que el No se impusiera con el 50,21 % de los votos en el plebiscito sobre los acuerdos de paz, la ONU, la Unión Europea, Unasur y Gobiernos internacionales demostraron sorpresa frente al resultado de las votaciones.

Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, manifestó que esperaba 'un resultado diferente' y envió a La Habana a Jean Arnault, representante especial del organismo, para impulsar a las partes negociantes a 'continuar con las consultas'. Por otro lado, el Parlamento Europeo pidió que continúe vigente la suspensión de las Farc de la lista de grupos terroristas de la Unión Europea.

La Unión de Naciones Suramericanas –Unasur- reiteró su compromiso con la búsqueda de la paz y la preservación de los acuerdos logrados en Cuba.

Amnistía Internacional manifestó su preocupación ante los efectos de la votación para los 'indígenas, afrodescendientes y campesinos', la organización advirtió que el 3 de octubre será recordado 'como el momento en el que Colombia le dio la espalda a lo que podría haber sido el final de una guerra de más de 50 años'.

Noruega, país garante en el proceso, expresó su apoyo a seguir negociando pese a esta 'decepción', hecho que atribuyeron a la 'polarización' en Colombia.

El secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, extendió una invitación a la creación de un diálogo que 'llegue a todos los colombianos'.

Estados Unidos anticipó que 'decisiones difíciles' deberán tomarse en el país luego del plebiscito. Respaldó la propuesta de Santos de 'unir esfuerzos' para un nuevo diálogo en la nación.

Delcy Rodríguez, ministra venezolana de Exteriores, calificó como 'insólito' el triunfo del No, indicó que este resultado es la expresión de 'una minoría influenciada por una guerra psicológica', luego de resaltar que en los lugares más afectados por la guerra el Sí mostró liderazgo.

Pedro Pablo Kuczynski, presidente peruano, manifestó el interrogante de 'cómo gente que ha estado metida en el narcotráfico y el terrorismo va a reintegrarse a la sociedad' . Indicó que una negociación con el grupo guerrillero será 'bien difícil'.

Desde Buenos Aires, los gobernantes de Argentina, Mauricio Macri, y de Brasil, Michel Temer, coincidieron en que el fin de la guerra sería bueno para 'Latinoamérica entera' y aseguraron esperar que se sigan buscando caminos para lograr la paz en el continente.

Ecuador llamó a seguir acompañando la construcción de la paz, mientras que Uruguay expresó su 'confianza' en que el proceso por el fin del conflicto en Colombia continúe 'buscando espacios de diálogo y concertación'.