Un tribunal japonés reconoció este viernes por primera vez la responsabilidad del Estado en el accidente nuclear de Fukushima de marzo de 2011, tras la querella de un grupo de ciudadanos japoneses.
Este tribunal de Maebashi, al norte de Tokio, consideró culpables de negligencia al gobierno y a la compañía de electricidad Tokyo Electric Power (Tepco), que gestionaba la central, informó esta corte.
Ambos fueron condenados a pagar un total de 38,6 millones de yenes (316.000 euros, USD 340.000) a los querellantes. Según la cadena de televisión pública NHK, solamente 62 de las 137 personas que interpusieron esta querella fueron indemnizados.
La suma es muy inferior a lo que los querellantes solicitaban (1.500 millones de yenes), pero esta sentencia es inédita, según estiman los medios locales.
Según la agencia de prensa Kyodo, la justicia consideró que la catástrofe nuclear habría podido ser evitada si el gobierno hubiera ordenado a Tepco adoptar medidas preventivas.
En total más de 450.000 habitantes habían huido tras la triple catástrofe, por miedo a las radiaciones o siguiendo órdenes de las autoridades. El terremoto de magnitud 9 fue seguido por un tsunami, en el que perecieron o desaparecieron 18.446 personas. Luego se produjo el accidente de la central nuclear de Fukushima, invadida por las aguas en el maremoto.
En total unas 10.000 personas que huyeron de la catástrofe han interpuesto demandas contra las autoridades y contra Tepco.
Oficialmente nadie murió a consecuencia de las radiaciones emanadas de la central de Fukushima, pero las autoridades reconocen que más de 3.500 personas que residían cerca de ella o en la costa del Pacífico murieron ulteriormente debido a evacuaciones en malas condiciones o por la degradación de sus condiciones de vida.