El Partido Socialista francés (PS), que termina cinco años en el poder con un criticado balance, resultó eliminado en la primera vuelta de las elecciones presidenciales por primera vez desde 2002, un 'cataclismo' que acentúa su declive, según los expertos.
El domingo por la noche, al vencedor de las primarias socialistas Benoît Hamon, las estimaciones le daban algo más del 6% de los votos, un resultado que él mismo tildó de 'sanción histórica', pero con la próxima batalla en mente: las elecciones legislativas previstas el 11 y 18 de junio.
'La izquierda no está muerta', 'el combate continúa', declaró, antes de pedir el voto para el centrista Emmanuel Macron -exministro de economía del gobierno socialista que quedó en cabeza en la primera vuelta- para frenar el avance de la extrema derecha.
Con el candidato conservador François Fillon también eliminado, el próximo 7 de mayo será la primera vez que ninguno de los dos grandes partidos que han dominado la vida política desde hace medio siglo esté presente en la segunda vuelta de unas presidenciales.
'Simbólicamente, que el PS no esté entre los tres primeros y que ni siquiera sea la primera formación de izquierdas es un cataclismo', afirmó a la AFP Rémi Lefebvre, profesor de Ciencias Políticas en Lille (norte).
Fillon admite derrota
Por su parte el conservador François Fillon admitió su derrota y llamó a votar por el candidato centrista proeuropeo, Emmanuel Macron.
'No nos queda otra opción que votar contra la extrema derecha. Por lo tanto votaré por Emmanuel Macron', declaró Fillon.
'Esta derrota es mi derrota', declaró el candidato del partido Los Republicanos, señalando que 'pese a todos sus esfuerzos y su determinación, no logró convencer'.
Fillon perdió su condición de favorito después de haber sido imputado a raíz del escándalo de empleos públicos presuntamente ficticios de su esposa y de dos de sus hijos.
Según las estimaciones, Fillon se ubicó en tercer lugar en estos comicios, con 19% de los votos, codo a codo con el izquierdista Jean-Luc Mélenchon.