Los legisladores republicanos sacaron ayer de sus exigencias presupuestarias los fondos destinados a la construcción del muro en la frontera con México, un asunto que los demócratas no estaban dispuestos a consentir, después de que el presidente de EEUU, Donald Trump, suavizara su postura al respecto.
Trump parece estar abierto a retirar la disposición de la financiación para la barrera fronteriza, para la que pedía 1.400 millones de dólares, con el objetivo de lograr un consenso sobre el presupuesto federal en el Congreso, que debe aprobarlo antes de este viernes si no quiere incurrir en un cierre parcial del Gobierno.
Después de que Trump hiciera pública su propuesta presupuestaria el mes pasado, en la que incluía dicha petición para comenzar la construcción del muro, los demócratas trazaron una línea roja y advirtieron al mandatario que bloquearían cualquier ley de presupuestos con ese contenido.
La negativa de los demócratas parece haber surtido efecto.
Según confirmó Efe con fuentes del Senado, el liderazgo conservador presentó el martes una nueva propuesta para los fondos que saca el muro de la ecuación, aunque incluye partidas para el fortalecimiento de la seguridad en la frontera sur.
Parte de la nueva financiación iría destinada a la reparación de las vallas ya existentes y a nueva tecnología de vigilancia para patrullar la linde con México.
En la noche del lunes, Trump suavizó su postura sobre las demandas de financiación inmediata para la construcción del muro al asegurar en una reunión con un grupo de medios conservadores que podría esperar hasta otoño para obtener esos fondos e incluirlos en el presupuesto del año fiscal 2018, que se negociará entonces.
Contrarreloj. El Congreso estadounidense debe imperativamente aprobar un presupuesto federal antes del viernes.
En caso que no lo haga, un minuto después de la medianoche del viernes el gobierno federal estadounidense estará impedido legalmente de funcionar por no tener un presupuesto para financiar sus operaciones.
El año pasado, cuando Barack Obama aún era presidente, los legisladores acordaron postergar hasta este viernes el plazo límite para la aprobación del presupuesto, en lugar del 30 de septiembre, para permitir que el nuevo gobierno definiese e integrase sus prioridades.
Guerra contra Canadá. Por su parte, el presidente Donald Trump se trenzó en una guerra comercial contra Canadá al gravar la importación de madera para construcción y amenazar con medidas similares contra los lácteos del principal socio comercial de Estados Unidos.
'Canadá ha sido muy duro con Estados Unidos', dijo Trump el martes en un acto en la Casa Blanca. 'Todos piensan que (los canadienses) son simpáticos pero durante años fueron más listos que nuestros políticos. Por eso impusimos esa gran tarifa', declaró.