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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó militarizar el estado Táchira tras aumentar a 43 los muertos en las protestas opositoras, una agudización de la crisis que abordó el miércoles el Consejo de Seguridad de la ONU.

Con el fallecimiento de un joven de 15 años en una manifestación el martes se igualó el número de muertos que dejaron las movilizaciones contra Maduro entre febrero y mayo de 2014, convirtiéndose las actuales protestas en las más trágicas de los años recientes en Venezuela.

Entre martes y miércoles, decenas de comercios fueron saqueados y dos estaciones de policía y un destacamento militar atacados con bombas incendiarias en Táchira (frontera oeste con Colombia), donde muchos negocios permanecían cerrados por temor a nuevos actos vandálicos.

'He ordenado el traslado de 2.000 guardias y 600 tropas de operaciones especiales', anunció el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López.

Focos de violencia también ocurren en otras ciudades y localidades como Maracay (norte) –donde supuestamente hay seis heridos de bala– y en San Antonio de Los Altos, periferia de Caracas.

'No son manifestaciones. Es un accionar subversivo para desestabilizar al gobierno (...), que está rayando en la fase de insurgencia armada', dijo Padrino López. Y advirtió a los opositores: 'No se equivoquen porque ya estamos cansados'.

El presidente del Parlamento de mayoría opositora, Julio Borges, rechazó la medida y pidió a la Fuerza Armada 'ponerse del lado del pueblo y no dejarse utilizar por Maduro'.

'La dictadura pretende militarizar Táchira. La mejor forma de responder será la presión y la calle en el resto del país', agregó el vicepresidente legislativo Freddy Guevara.

Advertencia de EEUU

Estados Unidos alertó el miércoles en la ONU que Venezuela podría seguir el camino de países como Siria si la inestabilidad sigue creciendo y no se respetan los derechos humanos.

Venezuela rechazó por su lado la 'injerencia' de Estados Unidos en la crisis, y aseguró en la ONU que resolverá sus problemas por su propia cuenta.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas discutió ayer a puertas cerradas la crisis en este país a pedido de Estados Unidos.

Protesta con luces

En memoria de los fallecidos en las protestas, los opositores se concentraron anoche con velas en dos centros comerciales del este y oeste de Caracas, un desafío a la inseguridad en un país con 70,1 homicidios por cada 100.000 habitantes, ocho veces mayor al promedio mundial.

Al tildar esa protesta de luces como 'simbología fascista', Maduro reiteró el martes su acusación contra la oposición sobre un 'plan golpista' orquestado por Washington y denunció una 'campaña de persecución'.

La oposición exige elecciones generales y rechaza una Asamblea Constituyente convocada por Maduro, por considerarla un 'fraude' con que busca perpetuarse en el poder.

'Bienvenida la seguridad'

Desde los Estados Unidos el presidente Santos se refirió al desplazamiento de 2.600 militares al Estado Táchira. 'Si eso quiere decir que es para mejorar la seguridad en la frontera bienvenido sea', manifestó el mandatario, sin hacer más referencias a la situación de orden público en ese país. Consideró que tener una frontera segura con Venezuela es lo que todos quieren, 'vamos a ver qué significa'. Por su parte, luego de ser llamado a consultas en marzo, el embajador de Colombia en Venezuela, Ricardo Lozano, no volverá al país vecino, al menos por ahora, indicó la canciller, María Ángela Holguín.

Rechazan comentario de Maduro

La comunidad judía en Venezuela rechazó ayer que el presidente Nicolás Maduro afirmara que los chavistas son los 'judíos del siglo XXI', al considerarlo una comparación sin lugar con el Holocausto. La Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela (CAIV) expresó en un comunicado su 'repudio absoluto a cualquier mención' del genocidio de más de seis millones de judíos por parte del régimen nazi, para 'equipararlo con los recientes incidentes'. 'Este episodio de la historia de la humanidad (...) resulta único e incomparable', añadió la organización. 'No llevamos la estrella de David amarilla, llevamos el corazón rojo de ganas de luchar y pelear por la dignidad humana y vamos a derrotar a los nazis del Siglo XXI', indicó el mandatario.