El presidente conservador Michel Temer aparece junto a sus predecesores de izquierda, Lula da Silva y Dilma Rousseff, en una lista de presuntos beneficiarios de sobornos pagados por el conglomerado J&F de los hermanos Batista.
La lista fue entregada a la fiscalía general por el presidente del grupo y dueño de la mayor empresa cárnica del mundo (JBS), Joesley Batista, en el marco de un acuerdo de delación premiada.
Joesley fue el ‘garganta profunda’ que grabó secretamente una conversación comprometedora con Temer, que podría costarle la presidencia, en tanto que otros directivos del grupo lanzaron señalamientos con potencial tanto o más destructivo que los que hicieron 77 ex ejecutivos de la constructora Odebrecht, implicada en el escándalo Petrobras.
JBS es considerada unas de las mayores empresas donantes de dinero en las campañas electorales de los últimos años en Brasil.
Estas son algunas de las acusaciones más destacadas:
Temer
Saud asegura que la empresa benefició a Temer en la campaña de 2014 (en la cual revalidó su condición de vicepresidente de Rousseff) con pagos ilegales por un monto de 15 millones de reales (6,37 millones de dólares al cambio medio de ese año), en retribución de una 'actuación favorable' a los intereses de J&F.
Lula y Dilma
Batista y Saud aseguran que J&F pagó sobornos de alrededor de 50 millones de dólares en una cuenta en el exterior destinados a Lula y cerca de 30 millones en otra cuenta también en el exterior en beneficio de Rousseff, bajo la intermediación del ex ministro de Finanzas de ambos, Guido Mantega, investigado en el marco de la operación Lava Jato.
Según los empresarios, el saldo de estas dos cuentas llegaba a cerca de 150 millones de dólares en 2014.